En la rueda de prensa previa al encuentro frente al Manchester City, Carlo Ancelotti aseguró que tenía pocas dudas respecto al once inicial que formaría en el partido de Champions League. Algo que, por otro lado, es indudable, ya que actualmente en la plantilla blanca hay varias piezas clave cuya presencia en el once es totalmente indiscutible.
Nadie duda antes de un partido importante que Vinicius y Bellingham vayan a ser las principales referencias ofensivas. O que Valverde será la pieza clave que oxigene el centro del campo. O que Rüdiger será el líder del centro de la defensa, mientras que Carvajal será el sueño indiscutible de la banda izquierda. Pero por encima de todo ello, la pieza clave del engranaje blanco es una que lleva años siéndolo.
La relevancia de Kroos, pieza clave del centro del campo blanco
Desde su llegada al conjunto blanco hace casi 10 años, Toni Kroos no ha perdido en ningún momento el puesto de piedra angular en la medular blanca. Antaño, siendo acompañado por Modric y Casemiro, y ahora, siendo acompañado por Valverde y Camavinga. El futbolista alemán no solo ha sabido adaptarse al cambio de signo del conjunto blanco, sino que, a pesar del relevo generacional, se ha mantenido como pieza clave del centro del campo blanco.
Y todo ello a pesar de que la idea de un retiro anticipado lleva varios años rondando la cabeza del madridismo. El futbolista alemán siempre aseguró que colgaría las botas antes de ver su nivel disminuir. Pero es que a sus 34 años, como el buen vino, Kroos ha envejecido de una forma que muy pocos esperaban, hasta el punto de estar firmando una de las mejores temporadas de su carrera.
Algo que le ha llevado a firmar una renovación hasta junio de 2025, la cual será anunciada próximamente por el Real Madrid, y también a regresar a la Selección Alemana para disputar la próxima Eurocopa. Algo que es completamente normal, porque tal y como demostró ante el City, Kroos sigue siendo uno de los mejores centrocampistas del mundo.
Firmó ante el equipo de Guardiola una actuación memorable, en la que dio una clase magistral de lectura de juego, de anticipación, y de efectividad. Así lo reflejan unas estadísticas que mostraron la eficiencia del francotirador alemán: 52 de 54 pases completados, siete de siete balones en largo, cuatro recuperaciones y tan solo dos pérdidas de balón. El motor blanco en el encuentro frente al conjunto inglés.
Un nivel que muy pocos esperaban, y que, escoltado por el músculo del resto de la medular madridista, ha llevado a Kroos a vivir una segunda juventud, en la que está logrando lo que parecía prácticamente imposible: que rinda a un nivel igual o mejor al que tenía con 24 años, en su llegada a La Casa Blanca. Y es que, tras el encuentro contra el City, no solo demostró que sigue a un nivel excepcional… Sino que aún queda Kroos para rato.