La parte blanquinegra de la ciudad del Turia disfrutó de un lunes que, con la victoria, fue menos lunes, aunque eso sí, le quitaron años de vida con las ultimas ocasiones.
Con los tres puntos conseguidos en El Sadar el Valencia es séptimo, lleva dos victorias seguidas fuera de casa, y llega muy bien anímicamente al tramo más complicado de la temporada.
Con más ganas que futbol, o eso dirán algunos, pero los resultados cortos, ser uno de los equipos menos goleados de la liga y ser uno de los equipos que menos goles recibe, no es fruto de una casualidad tiene un nombre: Rubén Baraja.
Se le ha alabado mucho al entrenador vallisoletano, y es que, mirándolo con perspectiva no es para menos, pues salvó a un equipo de la quema el año pasado y este lo está haciendo competir a las mil maravillas con un sistema que le está funcionando.
Disparos recibidos y goles encajados
Vayamos a los datos, es el segundo equipo que menos disparos recibe después del Madrid. El conjunto del pipo Baraja cierra muy bien su defensa, primero con Gabriel Paulista, y ahora es de reconocer el paso delante de Cenk Ozkacar, pero, siendo en estos dos, un factor común: Mosquera, que está siendo el sostén atrás del equipo.
Ser el equipo que menos disparos recibe suele ir de la mano con otro dato, y es que el Valencia es el tercer equipo que menos goles le marcan, obviamente, aquí aparte de defensa entra en juego la portería, un Mamardashvili en cargado de que, si pasan los disparos, estos sean repelidos por un guardameta que ya acumula 12 porterías a cero.
Efectividad y calidad para aguantar
También, como clave de este Valencia de autor, encontramos la efectividad de un equipo, que según los expected goals debería llevar 32.9 goles marcados en atención a la claridad de las ocasiones generadas y goles marcados (obviamente, 0.9 goles es imposible de meter); y lleva un total de 34 goles en su mayoría de las botas de un jugador, Hugo Duro, que ha marcado 1.35 goles más de los que debería.
Por último, otra de las claves está siendo, ser un equipo de resultados cortos, y que una vez se pone por delante ser difícil de remontar, véase el partido frente a Osasuna, el partido frente a Las Palmas al principio de temporada o el del Rayo Vallecano en Vallecas, habiendo cinco partidos más como los mencionados.
Con estas claves, el Valencia del pipo Baraja se encuentra en una posición que por culpa del máximo accionista y su negligente gestión no se ha estado en la mayoría de ocasiones durante su mandato, por eso es de elogiar el trabajo de ser un equipo de autor.
Ahora, se enfrenta el Valencia al Betis en una de las finales de la temporada, pues, en caso de victoria o empate supondría seguir en el camino de crecimiento de un equipo, cuyo objetivo inicial era no descender y puede acabar por acabar en posiciones europeas.