El Girona ya tiene asegurada una plaza en competición europea, por primera vez en su historia, pero mira más allá, a la Liga de Campeones. Es su objetivo. Ya visible. Sus diez puntos de diferencia sobre el Athletic lo proponen para alcanzarlo más pronto que tarde, más aún si sigue con su ritmo en casa.
A las cinco derrotas fuera ha respondido con cuatro victorias consecutivas en Montilivi, que vibró con el 4-1 al Cádiz. En su estadio, ha ganado trece de sus 16 encuentros, con una única derrota. Y tres de sus últimos seis choques son como local, contra el Barcelona, el Villarreal y el Granada. Hay mucho trabajo en esa secuencia tan victoriosa. El mejor ejemplo fue el 1-0 de estrategia este sábado.