Aunque parezca mentira después de tantos años, el ‘culebrón Mbappé’ apura ya sus últimos capítulos. Siete años después, lo que era un secreto a voces, la llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid es cuestión de semanas. De hecho, para ser exactos, el anuncio oficial de la megaoperación será anunciado en cuestión de semanas, pues el acuerdo entre jugador y club se fraguó en el mes de febrero, sin vuelta atrás. Y así ha quedado claro en el vídeo de despedida del francés hacia el PSG.
Una operación en la que a la cuarta ha ido la vencida. Estuvo cerca de suceder en 2021, cuando el PSG decidió hacer oídos sordos a la oferta del club blanco. Después, en 2022, cuando todo parecía hecho con el Madrid, Mbappé renovó en el último momento, firmando el contrato más grande de la historia del deporte. Y en 2023, ya con el PSG dispuesto a vender, ni el futbolista ni el club blanco tuvieron el más mínimo interés en cambiar la ruta de una llegada que parecía apalabrada.
Unas condiciones que nada tienen que ver con los años anteriores
En definitiva, son ya tres años consecutivos en los que la llegada de Mbappé al Real Madrid parecía prácticamente una certeza. Pero finalmente, será 2024 el año en el que el Santiago Bernabéu vea a Kylian Mbappé vestirse de blanco. Eso sí, las condiciones, tanto económicas como deportivas, poco o nada tienen que ver con la operación de años previos.
En 2021, en el Madrid veían en Kylian Mbappé la piedra angular del proyecto de Carletto. Pero tres años después y tras la explosión de Vinicius y la llegada de Bellingham, ambos consagrados como dos de los mejores del mundo, el francés es más la guinda sobre el pastel de uno de los que ya sin Kylian es uno de los proyectos más poderosos de Europa.
Pero las condiciones económicas también son plenamente distintas. Ya no a las de las acordadas en 2021, donde Mbappé habría llegado previo pago de 200 millones de euros al PSG. Especialmente, las condiciones son muy distintas a las de 2022, cuando Mbappé, al igual que ahora, también habría llegado libre. Y es que ahora, Florentino Pérez entiende que la necesidad blanca no es la misma que la de entonces y, por ende, tampoco lo son las condiciones.
Esto no significa, sin embargo, que el francés vaya a llegar a coste cero a La Casa Blanca. Se habla de una prima de fichajes que rondará los 100 millones de euros. Un gran desembolso, pero considerablemente inferior a los entre 120 y 130 millones que habría apercibido en 2022. No obstante, la principal diferencia hace acto de presencia en el salario.
Cabe destacar que en el club francés el montante por los tres años de contrato que le unían a la entidad gala ascendía a un montante de 630 millones de euros, más de 200 millones por cada una de las temporadas. Y en su llegada al conjunto blanco, Mbappé será el mejor pagado de la plantilla, pero cobrará ligeramente por encima de los salarios de Vinicius y Bellingham, los mejor pagados actualmente del equipo blanco.
Por ello, se habla de un salario bruto en el que el francés apercibirá una cifra entre los 15 y 20 millones de euros, una cantidad abismalmente inferior a lo que cobraba en París. Donde ambas partes han hecho una excepción es en el campo de los derechos de imagen. Por su parte, el francés renunciará al 100% de sus derechos de imagen, algo que en el PSG ostenta por contrato.
Sin embargo, el Real Madrid, club que acostumbra a no negociar con los derechos de imagen de los futbolistas, a excepción de grandes estrellas mediáticas como Cristiano Ronaldo, que se quedaba el 50% de los ingresos de su imagen, también realizará una excepción con el francés. Se desconoce aún el porcentaje de estos derechos que se quedará cada parte, pero ambas partes han dado su brazo a torcer en este ámbito.
Unas condiciones que no solo resultan enormemente inferiores a la cuantía económica que engloba el contrato del francés en París, sino también considerablemente inferior a lo que el Madrid le ofreció en 2022. El futbolista francés no tardó en reconocer su error tras su renovación con el PSG, y el paso de estas dos temporadas le ha demostrado que él necesita al Madrid más de lo que el Madrid le necesita a él. Ahora sí, es cuestión de tiempo que Florentino Pérez tenga el galáctico de sus sueños.