Fiesta sin goles en el homenaje del Bernabéu a Kroos
Real Madrid y Betis firmaron un empate sin goles en un partido marcado por la despedida del alemán
Un año más, La Liga se despedía en el Santiago Bernabéu. En esta ocasión, con la poca emoción derivada de un campeonato que el Real Madrid ya celebró a principios del propio mes de mayo, y enfrente de un Real Betis que llegaba a la última jornada de la competición sin posibilidad de optar a una plaza de Europa League. El conjunto local, eso sí, salía con todo a un partido que sería el preludio de la finalísima de Champions League, que tendrá lugar exactamente una semana después en Wembley.
El principal punto de interés, eso sí, tendría acento alemán, ya que el feudo blanco hacía frente al último partido de Toni Kroos en la que ha sido su casa después de 10 años, después de haber anunciado esta misma semana su retirada del fútbol profesional. Por ello, el Santiago Bernabéu se vestía de gala no solo para despedirse del fútbol otra temporada más, sino para dar un adiós por todo la alto a una de las más grandes leyendas de la historia reciente del club.
Más emoción que fútbol en la primera mitad
Un encuentro que comenzó marcado por ese bonito tributo que el estadio y los compañeros rindieron al alemán. Pero más allá de homenajes, el encuentro comenzó con un ritmo no muy alto, propio de un partido en el que ninguno de los dos equipos se jugaba nada. Pasado el primer cuarto de hora del encuentro, el conjunto blanco tenía el dominio, y no fue hasta un desmarque de ruptura de Vinicius que el conjunto blanco no avisó por primera vez, aunque el golpeo del carioca de marchó desviado.
No había pasado ni un minuto cuando el balón volvió a caer enjaulado los pies del propio Vinicius en el área, que ahora trato de regatear a Vieites, pero se encontró con una ágil reacción del meta verdiblanco. El rechace cayó en los pies de Mendy, que buscó mandarla al fondo de las mallas con su pierna derecha, encontrándose con una también eficiente intervención de Miranda.
El Madrid parecía haber comenzado a encontrar el modo de encontrar la verticalidad de cara a la portería visitante, principalmente de la mano de las incursiones de Vinicius por la banda izquierda. El dominio blanco era cada vez más evidente, y el conjunto andaluz lo intentaba al contragolpe sin mucho éxito, más allá de un tímido intento de Rodri que buscó sorprender a Courtois, pero no logró colocar el balón entre los palos de la portería del belga.
No obstante, pasaban los minutos y, aunque el dominio no se diluía, tampoco suponía una amenaza constante para la meta defendida por Vieites. El Betis, por su parte, continuaba con sus tímidos intentos al contragolpe, pero sin obligar a Courtois a intervenir en ninguna acción. A punto estuvo de hacerlo Bellerín, en una poco habitual posición de ‘9’, rematando de cabeza en el área blanca sin apenas oposición. Sin embargo, el cabezazo del lateral también se marchó desviado.
Un partido que no se decantaba por lo que ocurría sobre el césped, y lo hizo en una jugada a balón parado. El conjunto verdiblanco dispuso de una ocasión a través de un centro lateral. Un balón tenso al área pequeña se encontró con los puños de Courtois, que rechazó el esférico, pero golpeo en la espalda de Rodri, y quedó muerto en el área pequeña, donde Johnny solo tuvo que empujar el balón para poner por delante al conjunto verdiblanco.
Un gol que, sin embargo, tras una larga deliberación del VAR, fue anulado por fuera de juego posicional de uno de los delanteros del conjunto verdiblanco que, a pesar de no llegar a conectar con el balón, si influyó en la trayectoria del esférico antes de que Courtois rechazase el esférico, dejando nuevamente en tablas el resultado en el marcador.
Y con poco más fútbol por contar durante los primeros 45 minutos, ambos conjuntos enfilaron el camino a los vestuarios, en una primera mitad que estuvo más marcada por la emoción del homenaje a Toni Kroos, que por un fútbol de alto nivel que ofreciese un gran espectáculo a los espectadores.
Kroos dice adiós a la que ha sido su casa durante 10 años
La segunda mitad comenzó sin cambios, ni en lo relativo a los onces ni, al menos durante los primeros compases, tampoco en lo que acontecía sobre el verde. Tras unos primeros minutos de tantos, ambos conjuntos tanteaban las áreas rivales, siendo el Betis el primero en acercarse, con un derechazo de Ayoze que obligó a Courtois a realizar su primera intervención de la noche.
Poco después de la ocasión verdiblanco, ahora fue Bellingham quien probó a Vieites también desde la frontal, pero del derechazo del inglés fue también detenido sin mayores inconvenientes por parte del meta visitante. Poco a poco, el cansancio comenzaba a hacer acto de presencia y los espacios atrás empezaban a hacerse más presentes, por lo que el encuentro comenzaba a abrirse.
Tras un córner a favor del conjunto blanco, el Betis acertó a montar un efectivo contragolpe, que llevó a Miranda a plantarse prácticamente solo en al área de Courtois. el futbolista bético conectó un potentísimo derechazo a la zona baja, que se encontró con una excelente intervención de Thibaut, que levantó los aplausos del respetable, consciente de que el belga será el encargado de defender la portería en la final de Wembley.
Pasaron los minutos, y Carletto dio entrada a Kepa en el lugar de Courtois, para que el meta vasco se despidiese de la que ha sido su afición durante este año. Poco después, en un acercamiento por el perfil izquierdo, Ayoze logró batir a Kepa, aunque partía de una clara posición de fuera de juego, por lo que tampoco subió al marcador.
Ninguno de los dos equipos terminaba de hacerse con el dominio total del esférico como para desequilibrar la balanza, y la falta de tensión propia de que no hubiera nada en juego, seguía siendo el factor más determinante del partido. Y a falta de 10 minutos para el final del encuentro, nada parecía decantar la balanza hacia ninguno de los dos lados.
Y con poco más que destacar, el partido terminó, en un encuentro en el que el fútbol pasó a un segundo plano, y quedó marcado por la despedida de un futbolista que dejó de serlo por unos segundos, para convertirse en una auténtica leyenda. Y con la final de Wembley a la vuelta de la esquina, el Bernabéu pone punto y aparte a un estadio, al que planean volver dentro de poco más de una semana para celebrar La Decimoquinta Champions League.