El Valencia juega hoy el último partido de una temporada que ha acabado mejor de lo que se esperaba cuando comenzaba; pero peor de lo esperado cuando se alcanzó el ecuador del campeonato.
Las expectativas de este equipo no estaban en la altura de lo que se llegó a hablar a mitad de temporada con los chavales comandados por el ‘pipo’ Baraja, puesto que se llegó a acercar a los puestos europeos cuando el objetivo era la salvación.
El milagro consagrado por Baraja ha tenido su clave en el grupo y su liderazgo, los chavales creyeron en él y sus ideas, y los resultados salieron, aunque bien es cierto que en el ultimo tramo de temporada se cayó el equipo física y futbolísticamente.
En el futbol esta todo inventado, y si se permiten tener cinco cambios, es para que las plantillas se conformen y se hagan con quince o dieciséis jugadores del primer nivel o rozándolo, pero eso el Valencia no lo ha tenido.
Las incorporaciones de este año poco han dado, sobre todo Amallah, que llegó con un gran cartel pero no ha demostrado nada, tampoco hemos tenido grandes actuaciones de Yaremchuk, ni de Canos o Peter, que a diferencia del marroquí por lo menos sí lo han intentado.
Además, llegado el mercado de invierno y tras esas victorias de diciembre, si el máximo accionista hubiera creído en el equipo hubiera hecho incorporaciones serias, pero no, una vez más tocó debilitar al grupo con la salida de Paulista -capitán del equipo- y la incorporación de Peter Federico -cedido del Real Madrid Castilla-.
Con esas se quedaba un equipo que debía competir en la parte noble, viendo como otros equipos (Betis o Villarreal) se reforzaban con buenos jugadores para pelear por los mismos puestos que los che.
Finalmente, y por la desigualdad de armas mencionada el conjunto valencianista, no pudo alcanzar unos objetivos que a mitad de temporada se veían muy de cerca y, hoy, el objetivo es no caer a la décima posición.
Estos, al final, son los números de un equipo que no ha dado para más y que ha perdido la frescura cuando la tenía que haber encontrado en forma de fondo de armario, pero no todo depende de factores deportivos sino también extradeportivos y el Valencia ahí es donde ha salido perdiendo.