El inicio liguero del Real Madrid no ha sido en absoluto lo que nadie esperaba en La Casa Blanca. Así lo atestiguaba el enfado de un Carlo Ancelotti, que no dudó en mostrarse enfadado tras lo visto sobre el césped del Estadio de Son Moix. Un pinchazo del que, a grandes rasgos, se pudieron sacar algunas conclusiones.
Es cierto que los reinicios siempre suelen ser convulsos, y el conjunto blanco notó en su debut liguero la falta de Toni Kroos como factor evidente. Algo que se demostró en la falta de claridad en la medular a la hora de crear juego, siendo Valverde y Tchouaméni los miembros de un doble pivote muy físico, pero falto de ideas.
El rompecabezas de Ancelotti con el nuevo tridente blanco
No obstante, a falta de dar forma al que será el nuevo centro del campo del Real Madrid, una medular post Toni Kroos, lo que Carletto sí parece tener claro es el tridente que conformará su ataque esta temporada: Vinicius, Mbappé y Rodrygo. Un tridente con unas virtudes prácticamente infinitas, pero con un gran problema.
La nueva BMV causó auténtico furor en la final de la Supercopa de Europa, mostrando los tres delanteros una versión brillante, secundados por un Jude Bellingham que retrasó su posición a la figura teórica de enganche, pero brilló igualmente. Sin embargo, cuando el partido se atascó en Mallorca, a esta formación se le vieron algunas costuras.
Y es que a Ancelotti le terminó pasando factura conformar una delantera formada por tres extremos derechos. La campaña pasada, quedó en evidencia que el sitio en el que Rodrygo mejor rinde es el extremo izquierdo, posición de la que es dueño y señor Vinicius. Mbappé, a pesar de partir de una posición de ‘9’, también tiene una naturaleza sobre el verde que le lleva a volcarse hacia el perfil izquierdo en busca de espacios.
Algo que se ejemplificó en el césped de Son Moix cuando el Mallorca puso las tablas en el marcador: los tres delanteros se juntaron en el perfil izquierdo. A esto se sumó un Jude Bellingham cuya tendencia natural le lleva a ubicarse en el perfil izquierdo del juego, en buscar de encontrar espacios en la zona de tres cuartos a pierna cambiada.
El resultado de esto, fue evidentemente desastroso: el Madrid se encontró con un gran overbooking en la izquierda. Un problema al que Ancelotti se tendrá que enfrentar, o bien reajustando el sistema, regresando a la formación en rombo que triunfó la pasada campaña, o dando entrada a un futbolista en la zona ofensiva que encaje con el perfil derecho del campo. Y en ese caso, Carletto tiene en su plantilla un claro candidato: Arda Güler.