Icono del sitio Grada3.COM

Trileros en el palco

VALLADOLID, SPAIN - AUGUST 19: Ronaldo Nazario, President of Real Valladolid looks on from the stands prior to the La Liga match between Real Valladolid CF and RCD Espanyol de Barcelona at Jose Zorrilla on August 19, 2024 in Valladolid, Spain. (Photo by Angel Martinez/Getty Images)

El cierre del mercado de fichajes ha traído enfado y sorpresa a partes iguales en Valladolid. Tras un verano tranquilo, con una ilusión algo apagada por el ascenso, se esperaba que los refuerzos apuntalaran a un equipo justo de talento. Nada ha sucedido como se podía esperar y ahora queda una afición pesismista y enfadada.

El surrealista final del periodo de incorporaciones ha sido la guinda de un pastel de despropósitos y desvaríos del fútbol pucelano. Pasado el periodo de luna de miel tras la llegada de Ronaldo, el primer descenso, unido a la pandemia, dejó la psique de la afición blanquivioleta tocada y sin visos de recuperación.

Las erráticas decisiones de O Fenomeno ayudaron en la pérdida de categoría, aunque la llegada de Pacheta ayudó a calmar los ánimos y devolver la ilusión a las gradas de Zorrilla. No obstante, el equipo pucelano seguía lastrado por las malas inversiones y el efecto económico del descenso y, ayudado por el caos del calendario provocado por el mundial de Qatar, el retorno a la élite fue, de nuevo, efímero.

Pezzolano y el escudo

En medio del nuevo desastre deportivo, la decisión del cambio de escudo, retomando una imagen similar a las que tuvo el emblema pucelano durante los primeros 40 años de existencia, supuso un alboroto tan importante como difícil de entender.

La llegada de Pezzolano, que pese a un buen inicio, no fue capaz de evitar que los blanquivioleta dieran de nuevo con sus huesos en la categoría de plata, terminó siendo el origen de un nuevo enemigo más para la afición pucelana. Partiendo de la crítica deportiva se pasó a su demonización y critica personal e irreflexiva.

Tanto el preparador uruguayo como el logo representativo de la entidad fueron un escudo que blindaba a Ronaldo de las críticas, aunque se pretendiese lo contrario.

La venda cayó

Finalmente, el desarrollo del último mercado de fichajes, ha hecho caer la venda que tapaba los ojos de una afición distraída en batallas menores. No quedan cortinas de humo ni disculpas para dirigir directamente al palco las críticas y ni las migajas de los símbolos, la grada de animación  o los guiños cómplices a los sectores tradicionalistas de las sociedad vallisoletana serán suficientes para tapar el desaguisado de una gestión nefasta. Ya se ve que no hay ninguna bolita en las vasos del trilero brasileño y no hay más ganadores en la apuesta que quien los mueve.

Tampoco se podrá seguir escondiendo el fútbol español detrás del villano de mala copia de pelicula de James Bond. Tebas es el hombre puesto por 42 equipos, que trajo un CVC desastroso, aprobado por 39 de ellos, con más necesidad que ideas, sin que los grandes de la liga hayan sido capaces de aceptar un reparto económicamente más equilibrado o una alternativa mejor.

Si el fútbol español es una película de los Hermanos Marx, la entidad de Ronaldo se ha convertido en la escena del camarote; no cabe una torpeza más.

Salir de la versión móvil