Tras un inicio convulso de la competición liguera, parece que, poco a poco, el Real Madrid comienza a carburar. Las dos victorias consecutivas en las dos últimas jornadas, esta última frente a la Real Sociedad conseguida mediante dos clarísimos penaltis, han dejado al conjunto blanco con seis puntos en el casillero, pero aún con muchas dudas.
Si bien el encuentro del Reale Arena terminó con una victoria por cero goles a dos, las sensaciones sobre el verde no fueron las mejores posibles para los de Carletto. De hecho, en la primera mitad fueron los palos de la portería de Thibaut Courtois los que evitaron que los blancos enfilasen los vestuarios por debajo en el marcador.
Una cuestión de intensidad al comienzo de los partidos
Y es que si algo dejó claro la primera mitad del encuentro en Donostia es que los locales fueron mucho más intensos desde el primer compás del encuentro. Poco a poco, los de Ancelotti fueron equilibrando las fuerzas, pero, una vez más, las sensaciones del Real Madrid en la primera mitad no fueron buenas. Algo que se ha repetido en varias ocasiones al comienzo de esta campaña.
De hecho, en los cinco partidos ligueros disputados, el Real Madrid solo ha anotado un gol. Y lo hizo en Son Moix, en un encuentro que, además, el Mallorca terminó empatando en la segunda mitad, dejando un reparto de puntos a la conclusión del encuentro. Sin embargo, esa no ha sido la tónica dominante en las cuatro jornadas posteriores.
En los cuatro siguientes encuentros, dos de ellos disputados en el Santiago Bernabéu y otros dos a domicilio, el Madrid no ha marcado ningún gol en los primeros 45 minutos. La parte buena para los de Carletto es que, salvo en el Estadio de Gran Canaria, el conjunto blanco tampoco encajó gol en esas primeras mitades.
El gol encajado en el estadio de Las Palmas supuso al Madrid el segundo pinchazo en tres jornadas, firmando un inicio muy lejos de lo esperado. Pero en los tres encuentros restantes, los resultados han sido muy diferentes en lo relativo a las dos áreas.
En el ámbito defensivo, el Madrid solo ha encajado dos goles en los primeros cinco partidos. Y en las tres victorias que ha logrado el conjunto blanco, ha dejado la portería a cero. Así ocurrió en los encuentros frente a Real Valladolid y Real Betis en el Santiago Bernabéu, y frente a la Real Sociedad a domicilio.
En el ámbito ofensivo, sin embargo, el Madrid ha lucido una pólvora mojada en los primeros 45 minutos. Frente al Valladolid, los tres tantos del encuentro llegaron en la segunda mitad. Frente al Real Betis, fue el doblete de Kylian Mbappé lo que decantó la balanza en la segunda mitad. Y frente a la Real Sociedad, del mismo modo, el Madrid no abrió la lata hasta la segunda parte. Una estadística que refleja un problema más que evidente: el Madrid, de momento, es un equipo de segundas partes.