El Promesas busca empezar a sumar de a tres

Uno de los dos partidos adelantados en esta ya cuarta jornada en el grupo 1 de Segunda RFEF es el que se disputará en los Anexos al Nuevo José Zorrilla. El filial blanquivioleta, que no ha comenzado nada bien en cuanto a puntos se refiere, recibirá al Marino de Luanco. Los asturianos, aunque llegan al duelo tras caer la semana pasada, habían comenzado con dos victorias en los dos primeros partidos. Aun así, llegan al duelo con sensaciones totalmente opuestas a esos resultados que les tienen separados en la tabla por cinco puntos.

El filial llega tras despachar un partido en Langreo que debió ganar. Por ocasiones y por fútbol. Pero perdonó y como dice una de las máximas del fútbol, el que hace eso, acaba pagándolo. En su caso fue dejándose dos puntos en el Nuevo Ganzábal. En el caso del Marino de Luanco, viene de un partido malo ante el Real Ávila. Un partido en el que apenas pasaron cosas y que iba dirigido a un 0-0 irrefutable. Pero un error de Dennis en un despeje con el pie le costó el partido y no pudo sumar nada, cayendo derrotado por primera vez este curso.

En el Promesas, Álvaro Rubio volverá a estar como la semana pasada expectante de la convocatoria del primer equipo para ver si puede contar con Chuki o no. El talentoso jugador de solo 20 años está haciéndose un sitio a las órdenes de Paulo Pezzolano, siendo incluso titular y parece seguirá sin estar disponible para el Promesas. En el Marino de Luanco las bajas son algo más delicadas. Uno de sus mejores jugadores, Miguel Cuesta, fue baja la semana pasada y apunta a seguir siéndola ésta, al igual que César García. Ambos serían las únicas bajas en el cuadro gozoniego para visitar la capital castellana.

Una visita en la que el colegiado designado para la contienda es un viejo conocido de los dos; el gallego de 27 años Miguel Oliveira Dios. El pontevedrés está cumpliendo su segunda campaña como árbitro en Segunda RFEF y ya el curso pasado dirigió a ambos conjuntos en dos ocasiones y con resultados muy dispares. Si bien el filial blanquivioleta venció en los dos encuentros donde le dirigió, el Marino salió derrotado en los dos donde el colegiado gallego fue el encargado de la dirección.