Hace poco más de dos años y cuatro meses, el Real Madrid levantaba al cielo de París La Decimocuarta. Un trofeo que Marcelo levantó al cielo de la capital francesa tras una final decidida por el tanto de Vinícius, en la cual, sin embargo, estos no fueron los únicos nombres propios en lo relativo a la consecución de aquella Champions.
No solo en la final, sino a lo largo de toda la fase eliminatoria, fue el bloque bajo uno de los principales culpables de que Marcelo levantase La Orejona aquella noche. El bajón de Marcelo o la salida de Sergio Ramos parecían bajas irrecuperables en La Casa Blanca, y sin embargo, Ancelotti supo recomponer la que se convirtió en una de las mejores defensas de Europa.
Una maldición de la que solo se libra Mendy
Un muro defensivo compuesto por Courtois, Carvajal, Alaba, Militao y Mendy, que hace dos años fue considerado una de las murallas más infranqueables del fútbol europeo. Pero como si el conjunto blanco hubiese hecho un pacto con el diablo para levantar aquella Champions, todos los miembros de aquella muralla, salvo Mendy, fueron cayendo uno a uno en forma de graves lesiones.
El primer damnificado fue precisamente el héroe de la final de París, Thibaut Courtois, que en agosto de 2023 inauguró una lista negra a la que poco a poco se irían casi todos sus aliados en el bloque bajo. A la rotura de ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda del guardameta belga se sumó en tan solo tres días uno de los centrales de la gesta, Eder Militao, en un alarde de mala fortuna: misma lesión en la misma pierna.
Dos lesiones gravísimas con las que parecía que al Real Madrid le había mirado un tuerto. Pero esta mala fortuna acababa de comenzar. Tan solo cuatro meses después de que dos de los pilares de la gesta de 2022 cayesen lesionados de gravedad, David Alaba sufrió la misma fortuna en un encuentro liguero. Y para más inri, el central austriaco imitó la misma lesión de sus compañeros: rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.
Tras el retorno de Courtois y Militao de cara al final de esa misma temporada, y con Alaba a escasas semanas de recibir el alta médica, la maldición parecía terminada. Pero este fin de semana, Carvajal fue el último en unirse a la maldición del muro de 2022. Y en esta ocasión, si cabe, con un diagnóstico más grave que el de sus compañeros, pues el lateral español también se rompió el tendón poplíteo de su rodilla derecha.
En cuestión de tan solo 15 meses, cuatro de las cinco piezas claves de la zaga de París han sufrido gravísimas lesiones, que les han dejado alejados de los terrenos de juego durante, como mínimo, nueve meses. Solo Mendy, por el momento, ha sido capaz de sobrevivir a la maldición de París, haciendo que una pregunta sobrevuele la T4: ¿Hasta dónde perseguirá al Real Madrid esta mala fortuna?