Desde su primera etapa, comenzada allá por 2014, entre el Santiago Bernabéu y Carlo Ancelotti existe una relación especial. La influencia del técnico italiano en Concha Espina va mucho más allá de las tres Champions League que ha llevado a las vitrinas del Bernabéu, sino que se ha convertido en uno de los mejores representantes de los valores blancos.
No obstante, como ocurre en todas las relaciones, también existen discordancias entre técnico y afición. Son pocas, sí, pero eso no significa que no existan. Y uno de los principales puntos de conflicto entre Carletto y la afición blanca es la gestión del talento emergente. El respetable blanco adora ver a las jóvenes promesas… Mientras que Ancelotti se lo toma con calma.
Las similitudes entre los casos de Arda Güler y Endrick
La temporada pasada, el fichaje de Arda Güler entusiasmó a una afición que veía en él a un futbolista diferente, de esos por los que vale la pena pagar una entrada. Sin embargo, las lesiones y la competencia hicieron que su debut se retrasara hasta más de medio año después de su puesta en escena en La Casa Blanca.
No obstante, cuando debutó sobre el césped del feudo blanco, la perla turca terminó de enamorar al Bernabéu. Un Bernabéu que, después de varias buenas actuaciones, reclamaba una mayor presencia de la joven promesa en el esquema habitual de Ancelotti. Una presencia que no comenzó a crecer hasta que La Liga ya estaba decidida, punto a partir del cual Carletto comenzó a darle minutos.
Y el turco respondió con fútbol a las plegarias del Bernabéu. En tan solo 10 titularidades, anotó seis goles, demostrando un enorme potencial de cara a la portería rival. Sin embargo, ni siquiera ese buen hacer en el tramo final de la pasada campaña le ha garantizado un puesto en el once este año. Una situación que recuerda a la que Endrick vive en la casa blanca.
La joven promesa del fútbol brasileño aterrizó en el Bernabéu como eso, una promesa. Poco tardaría en tirar la puerta abajo, haciéndolo, además, en tiempo récord. En las primeras jornadas de la Liga EA Sports, al brasileño le bastaron 9 minutos no solo para hacer su primer gol, sino para realizar un total de 5 disparos a portería.
Y más allá de eso, cada vez que sale del banquillo, disputando escasos minutos, el brasileño pone todo patas arriba: asistencias, penaltis provocados, disparos al palo… Dados los pocos minutos que disputa, un gol podría parecer una estadística razonable, pero lo cierto es que con un poco más de fortuna, el brasileño ya podría llevar varios goles en su cuenta particular.
Aun así, Ancelotti se muestra reacio a incluirle en el esquema titular, incluso cuando las lesiones lo requieren. Una situación prácticamente calcada a la que se vivió en el Bernabéu el año pasado con el debut de Arda Güler: la joven promesa despunta, el Bernabéu reclama una mayor presencia… Pero, ¿cuándo empezará Endrick a ser importante para Ancelotti?