Por suerte o por desgracia, la Gala del Balón de Oro 2024 marcará un antes y un después en el panorama del fútbol internacional. Desgraciadamente, lo hará por aspectos puramente extradeportivo. Una gala que estuvo marcada por uno de los resultados más sorprendentes de los últimos años, y por la ausencia de un Real Madrid que, a pesar de recibir varios premios, no acudió a París.
No obstante, lejos de ser una pataleta, el desplante del conjunto blanco cuenta con una intrahistoria en la que desde La Casa Blanca afirman no sentirse respetados ni por France Football ni por la UEFA. Pero para contextualizar, es importante comenzar por el principio: en 2024, y por primera vez en la historia, el galardón está coorganizado por la UEFA junto al medio francés.
Por seguir con el contexto, esta entidad es presidida por Aleksander Čeferin, cuya relación con el Real Madrid es abiertamente hostil. De hecho, durante los dos últimos años, el ucraniano amenazó en repetidas ocasiones con expulsar el conjunto blanco de la competición europea, después de asegurar, en referencia a Florentino Pérez, que “quiere un Presidente que obedezca”. Finalmente, el juzgado de lo Mercantil nº17 de Madrid dictaminó que el estamento había abusado de una posición de dominio para tratar de coartar la libertad de los clubes europeos, con el Real Madrid a la cabeza.
Con todo esto en mente, siendo la UEFA uno de los principales promotores del presente Balón de Oro, todos los focos apuntaban a Vinícius Júnior. Ganador de Liga y Champions League, siendo elegido como el mejor jugador de la competición europea, y siendo decisivo en la fase eliminatoria de la misma. Enfrente, varios contendientes de su mismo equipo, destacando a Bellingham, finalista de la Eurocopa, y a Carvajal, campeón de la Eurocopa, y también Rodri, piedra angular del City y de España.
El mismo Rodri que, en 2023, después de levantar el triplete y marcar en la final el tanto que le dio al Manchester City su primer gran trofeo europeo, no solo no ganó, sino que ocupó la quinta posición. En aquel entonces, nadie protestó. El mismo Rodri que este año, a pesar de ganar la Eurocopa, a nivel de clubes solo ganó la Premier League, quedando fuera de la Champions en cuartos, precisamente a manos del Real Madrid.
No obstante, y siendo este un torneo que obedece a los criterios subjetivos de quienes votan, cualquier resultado, al ser precisamente subjetivo, puede estar justificado. Pero el mismo lunes por la mañana, el conjunto blanco empieza a entender que están ocurriendo cosas tras el telón. Rodri, que inmerso en el proceso de recuperación de su lesión no iba a viajar, de pronto coge un vuelo a París.
Es entonces cuando en Valdebebas empiezan a oler algo raro, hasta que llega el chivatazo: Rodri ganará el Balón de Oro. Aunque se desconoce la procedencia de la filtración, entonces en el Real Madrid surge una pregunta: ¿por qué otros equipos han sido informados y nosotros no? Y es ahí cuando el vuelo con destino a París que estaba destinado a despegar a las tres de la tarde, se queda en tierra.
Desde France Football, repiten durante toda la tarde que nadie salvo su director conoce el veredicto. Una teoría que empieza a cojear el tener en cuenta el viaje express de Rodri rumbo a París, y que se confirma con lo siguiente: Aitana Bonmatí, ganadora del galardón femenino, había realizado previamente una campaña con Adidas presentando unas botas de oro, en honor al galardón que recibiría. ¿Acaso había un interés tras el hecho de que el Madrid no supiera nada, o es que France Football mentía?
Otro de los aspectos que hicieron al Madrid plantarse fueron los criterios del Balón de Oro. Al modo de entender del conjunto blanco, si la Eurocopa tiene un peso desequilibrante en la balanza, Carvajal, MVP de la final de la Champions, campeón de Europa por partida doble y uno de los futbolistas más determinantes de la temporada, debería ser el elegido.
No obstante, el punto de inflexión llega con el criterio del Fair Play, en cuya importancia han hecho especial hincapié con el objetivo de desacreditar a Vinícius. No obstante, en términos de juego limpio, el español ha sido expulsado esta temporada tres veces y el brasileño ninguna, y fuera del campo, Rodri fue sancionado por la UEFA tras realizar cánticos ofensivos en la celebración de la Eurocopa. Difícil con esta premisa considerarle un ejemplo de juego limpio.
Y se hace especial hincapié en la falta de Fair Play de Vinícius como rasgo decisivo cuando, solo un año atrás, recibía en la misma gala el Premio Sócrates, premiando la labor social del carioca, mientras que otros jugadores como el Dibu Martínez, caracterizado, entre muchas otras virtudes, por el nulo respeto a cualquier oponente al que se enfrente, sí recibieron el galardón al que estaban nominados. Ninguno de los argumentos de la UEFA se sostiene, y precisamente por ello, el Real Madrid tomó la decisión de no acudir a la gala.
En el Madrid entienden que el objetivo tras la omisión de cierta información tenía como único objetivo celebrar una gala en la que humillar públicamente a Vini y al propio Real Madrid. Y es triste por Rodri, que fue abucheado al llegar a la gala y al recibir al galardón, que ha sido utilizado como un títere con el objetivo de dañar al Real Madrid, víctima de unos intereses políticos que, más que buscar victoria, han buscado la derrota de Vinícius y el Real Madrid. Y es que el señorío es dar la mano cuando pierdes, no agachar la cabeza cuando tratan de humillarte.
A partir de ahora, saldrán mil informaciones provenientes de la UEFA y France Football que traten de hacer desaparecer los rastros de las evidencias dejadas que todo el mundo ha podido ver, en un evento en el que, por desgracia, lo político ha primado a lo deportivo. Por su parte, el Real Madrid ahora toma un camino complicado, pero muy valiente: el de ir a contracorriente contra un sistema que pondrá todo lo que tiene para menospreciarles.
Y en el club son conscientes de que en este camino, tal y como sucedió ayer, tendrán que asumir alguna derrota para volver a ganar. Porque aunque muchos hoy celebren la victoria del galardón dorado por un español, las manos de la UEFA están manchadas por un motivo que tiene poco que ver con lo futbolístico. El Madrid y Vini, por su parte, volverán a hablar donde ni siquiera la UEFA puede quitarles mérito: en el campo.