El futbol es un deporte simple, que se puede jugar con muchas o con pocas personas, en estadio o en plaza, en suelo, en cesped o en barro, con una pelota o con cualquier objeto que se mueva con una patada, con porterías o con objetos que hagan de ellas, en fin, es un deporte simple que muchas veces complicamos.
El otro día yendo a ayudar a la ‘zona 0’ me detenía a hacer fotos a un campo de futbol cuya realidad es que estaba cubierto de una capa marrón, y se me saltaba una lagrima cuando imaginaba la de gente que por la situación no iba a poder jugar al futbol en esa nueva normalidad de fango y basura en las calles. También siendo conocedor del tremendo poder que suele tener la pelota, y por ende, el deporte.
El futbol es un deporte que abstrae de problemas a la gente, y esto es importante en estos días en Valencia, que estamos viviendo una situación catastrófica, donde los vecinos de l’horta sud han tenido perdidas personales y materiales, o algunos afortunados han tenido la suerte de no verse prácticamente afectados, pero sus vecinos sí. Es una situación que ha ahogado a las familias, pero que gracias a los voluntarios y a la ayuda de las FFCCSSEE están consiguiendo salir adelante paso a paso en un largo camino.
En medio de estas circunstancias, los niños se han echado a la calle a ayudar, pero también otros se han echado a la calle, al barro, en un paisaje normalizado, a jugar con una pelota y abstraerse de los problemas que están sufriendo sus familias.
Y es que, con el video viral que circulaba el otro día por redes se emocionaba mucha gente, cómo con una esférica de sesenta costuras, embarrada y que apenas rodaba, podían divertirse los niños. Todos corriendo tras ella, chutando y sacando sonrisas a través de un video. Un oasis de felicidad en un mundo de tristeza y desolación, que, de momento, solo está consiguiendo sacar el futbol a través de estas imágenes.
“La pelota no se mancha” o eso decía Maradona en un discurso que quedó para la historia, pero déjenme decirles que en este caso el “pibe de oro”, como lo apodaban en Nápoles, se equivocaba, la pelota sí se mancha y está dando respiro a muchos niños en esta situación. Y, por tanto, lo que pasaba de ser lo más importante de lo menos importante, para ellos está siendo lo mas importante de lo más importante.