El Girona FC está viviendo un momento dulce que pocos podían imaginar hace unos años. El equipo catalán, que hace no tanto se codeaba con la Segunda División, ha aprobado un presupuesto de 113 millones de euros para la temporada 2024-2025. Un número que, para un club de su tamaño, suena a ciencia ficción. Todo esto, viene de su histórica tercera posición en La Liga, que le ha abierto las puertas de la Champions League, y con eso, una lluvia de euros que no parece tener fin.
Claves del incremento presupuestario
El gran motor de este crecimiento es, sin duda, la televisión. Con los derechos televisivos disparados un 80%, el Girona pasa de ganar 48 millones a embolsarse unos 86,4 millones. Todo porque el club jugará contra los grandes de Europa esta temporada, y eso hace que las cámaras y los contratos de retransmisión se peleen por ellos.
Pero no todo se queda en la tele. Las arcas también se llenan con las camisetas que se venden, las entradas al estadio que se agotan más rápido que nunca, y unos patrocinadores que están dispuestos a pagar más por ver su nombre ligado a un equipo en Champions. Incluso el sector de las apuestas ha puesto su mirada en este equipo que, con su participación en Europa, ha despertado un interés masivo dentro y fuera del campo. En total, un 25% más de ingresos comerciales que la temporada pasada. No está nada mal para un club que hace poco jugaba en campos de Segunda.
Efecto Champions League en el presupuesto
Jugar en la Champions no solo es un sueño para los jugadores, también para las cuentas del club. La entrada en este torneo hace que el equipo se ponga en el radar de todo el mundo. Aquí entra en juego el tema de las apuestas Champions League, porque las competiciones grandes siempre mueven una cantidad inmensa de dinero. Para el Girona, esto es un empujón económico que les permite soñar con algo más que mantenerse en Primera.
Pero no todo es tan fácil. La UEFA tiene sus exigencias, y eso significa gastar dinero en modernizar el estadio de Montilivi y asegurarse de que todo cumple con los estándares europeos. Entre esto, los salarios de los jugadores y otros gastos operativos, los números se disparan. Se espera que los gastos superen los 101 millones, casi tanto como lo que ingresa. Pero, aun así, se estima que quedarán 19,6 millones de beneficio limpio. Un colchón por si el próximo año las cosas no salen tan bien.
Ingresos, ventas y un poco de ingenio
El Girona también sabe jugar sus cartas fuera del campo. La venta de jugadores como Artem Dovbyk y Aleix García ha dado un buen empujón económico. Usar esos beneficios para tapar posibles agujeros si no se logra entrar en Europa el próximo año es una estrategia inteligente que asegura que, pase lo que pase, el club no se quede corto de dinero.
Por otro lado, el merchandising y las alianzas con marcas como Puma están ayudando a consolidar al Girona como un club serio. La construcción de una nueva ciudad deportiva, financiada en parte con fondos de La Liga, es otro paso adelante. Ahora, el equipo no solo piensa en el presente, sino en un futuro donde las categorías inferiores y el equipo femenino también puedan brillar.