Partido trampa en Anduva

Regresa el CD Mirandés a Anduva y no lo hará con un partido fácil. En frente tendrá al Unión Popular de Langreo, una de las revelaciones de la temporada en el grupo II. Por ello el cuadro rojillo no se fía lo más mínimo del cuadro langreano, que acudirá con hambre a Anduva y quiere ser el primer equipo que conquiste el bastión de Anduva, inexpugnable por ahora en lo que va de temporada.

El encuentro, que arrancará a las cinco de la tarde, estará bajo la dirección del colegiado cántabro David Iglesias Gutiérrez. De 31 años de edad, cumple su segunda temporada como colegiado de la categoría de bronce. Será la primera vez que dirija al cuadro asturiano, pero no al castellano. La temporada pasada ya dirigió al Mirandés en un empate sin goles en Anduva frente al Amorebieta.

Tratamiento de rival directo

Llega el Mirandés en la segunda plaza a nueve puntos del liderato que ostenta con mano de hierro el Racing de Santander. Si bien no se renuncia a alcanzar al cuadro cántabro, la prioridad rojilla es asentarse en esos puestos de play-off. Y para ello saben que deben ser más regulares. Aunque lograron vencer en su último compromiso como locales frente a la Cultural de Durango y lograron un punto que puede darse por bueno en la visita a Lasesarre, las sensaciones del equipo no eran del todo positivas.

Esas sensaciones mejoraron levemente entre semana frente al Real Unión en la Copa RFEF y ahora los rojillos buscan trasladarlas a la liga. No hay bajas confirmadas para el encuentro más allá de Pito Camacho. Pero Borja Jiménez tiene las dudas de Ernest y Matheus que no se han entrenado al mismo ritmo que sus compañeros con molestias. En cualquier caso, si estuviesen disponibles, no parece que ninguno fuese de la partida en el once que se parecerá mucho al que saltó al césped de Lasesarre.

No quiere la más mínima confianza el abulense con el Langreo: «Viene el Langreo, un equipo fuerte al que nos costó mucho ganar allí y en el que su línea ha sido ascendente. Muchos equipos que ascienden, comienzan muy bien y luego se desinflan, pero el Langreo no ha sido uno de ellos y por ello está arriba. Para mí son un rival directo». Además, el técnico del Mirandés discrepa sobre que su equipo no se encuentre bien actualmente: «Yo no nos veo mal, pero estamos en una fase en que los errores nos están penalizando mucho. No es que no sepamos cerrar los partidos, han sido circunstancias excepcionales y creo que estamos haciendo muchas cosas bien».

Con hambre a Anduva

El cuadro de Hernán Pérez llega tras ganar al filial de la Real Sociedad la pasada jornada en el Nuevo Ganzábal. Una victoria, en la que los azulgrana supieron, sobre todo, sufrir para asestar su golpe con el tiempo cumplido. Suman 35 puntos en la tabla, muy por encima de los puestos de descenso, que era su objetivo a evitar esta campaña. De hecho se encuentran a solo seis de la cuarta plaza y el equipo ha demostrado mucha hambre, por lo que acudirán a Anduva para ganar y, si es posible, colocarse aún más cerca de esa cuarta plaza.

Saben los asturianos que la gesta será difícil por tratarse de un campo donde esta campaña aún no ha ganado nadie como visitante. Pero si por algo se caracteriza el Langreo es por competir al máximo. Hernán Pérez tendrá la baja de Héctor Nespral por sanción al tener que cumplir su segundo ciclo de amonestaciones. Además tampoco podrá contar con Nacho Calvillo ni Omar Sampedro que sigue en el dique seco, ni tampoco Javi Sánchez que se unió a ellos esta semana. Si podrá contar con Dani López, que llegará al encuentro a pesar de tener que ser sustituido en el segundo tiempo por unas molestias frente al filial txuri-urdin.

Décimo enfrentamiento entre ambos

Mirandés y Langreo llevaban, hasta esta temporada, 37 años sin enfrentarse. Entre 1977 y 1981 se habían enfrentado en cuatro temporadas y en las que el balance fue de cuatro victorias para cada uno. Pero tras el encuentro de la primera vuelta el balance está inclinado hacia el cuadro castellano, ya que el Mirandés venció por 0-1 en el Nuevo Ganzábal gracias a un gol de Matheus a escasos trece minutos para el final del encuentro.