100 recuerdos para 100 años: Gaizka Mendieta

Una historia centenaria cuenta con tantos personajes y tantas historias como queramos contar, pero Mendieta no podría faltar en ninguna de ellas.

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Llegó sin hacer apenas ruido de la mano de Arturo Tuzón y proveniente del CD Castellón. Formado en el atletismo, donde era un fondista destacado, su progresión en el fútbol no fue tan meteórica como la de otros jugadores. Apodado «el nuevo Schuster» por su semblante con el legendario mediocampista teutón, sus condiciones atléticas, su capacidad de mejora, su férrea voluntad de triunfar y su perseverancia y carácter de hierro fueron determinantes para convertirlo en una figura del fútbol mundial.

Atletismo, estudios y fútbol

Siempre fue un futbolista diferente, alejado de focos mediáticos, reservado e introvertido. Quizá su paso por el atletismo, donde se le auguraba un futuro tan brillante o más que el que tuvo con el balón en los pies, forjara ese carácter luchador. Un carácter que le permitió superar todos los obstáculos que se le pusieron por delante tras cambiar un subcampeonato de España de 1000 m en edad cadete por perseguir denodadamente un balón en el CD Tonin. Durante un tiempo compaginó ambos deportes y sus estudios pero finalmente el balón pudo más que el tartán y el balompié español ganó un futbolista de época y el Valencia CF una leyenda para su historia.

De Castellón a Valencia

Con 18 años da el paso a la capital del Turia, un salto que sería definitivo en su carrera. Completaría su formación en el filial durante sus primeros meses mientras acudía a clases en el Instituto Luis Vives en el turno vespertino. Ahí completaría su sólida formación cultural y su idea de que hay vida más allá del fútbol, una idea poco compartida en el mundillo balompédico. Unida a la mejora deportiva, vino la mejora económica y con ella, su sueño extrafutbolístico: vinilos, cds y demás formatos musicales. A otros futbolistas se les vaciaban los bolsillos con coches, propiedades inmobiliarias pero Gaizka siempre fue diferente, único en el terreno de juego y singular fuera de él.

Una efímera etapa en el filial

De la mano de Oscar Rubén Valdez, jugaría 22 partidos en la 92-93 con el Mestalla pero no llegaría a completar toda la temporada ya que Héctor Núñez, recambio de Hiddink tras la debacle de Karlsruhe, se lo llevó al primer equipo. Como siempre en su carrera, fue de menos a más y sin hacer mucho ruido, sin llenar portadas de periódicos pero haciéndose, primero necesario y luego imprescindible para todos los entrenadores que pasaban por el convulso banquillo blanquinegro.

Primeros años sin brillo

Debutó de la mano de Hiddink y se afianzó con Héctor Núñez y Kempes, pero su consolidación definitiva se produjo de la mano de Parreira en la irregular temporada de 93/94. Sigue siendo un lateral derecho de mucho recorrido pero con limitaciones técnicas que pasa desapercibido para el gran público. La parroquia valencianista, sin embargo, empieza a darle todo su cariño por su continuo derroche y esfuerzo dentro del terreno de juego. Ese año el conjunto de la Avda de Suecia llegaría a la final de la Copa del Rey y Mendieta sería titular. Años más tarde esta misma competición le ofrecería uno de los mejores momentos de su vida futbolística.

Trayectoria en alza, Valdano la frena

De la mano de Luis Aragonés y con un estilo mucho más aguerrido, Mendieta se afianza como ese lateral de largo recorrido y de incontables kilómetros. El Valencia acaba segundo en liga y con un gran campeonato copero, a la sombra siempre de aquel Atlético de Madrid que ganó ambas competiciones. Junto a Mendieta, Sietes, Jose Ignacio y Pepe Gálvez son la base de la selección española sub-21 en un conjunto que combinaba perfectamente la mezcla de veteranía y juventud.

La traumática salida de Aragonés en la temporada 96/97, trae consigo la llegada de Jorge Valdano y una nueva filosofía de juego, mucho más combinativa, buscando la excelencia técnica y el fútbol más elaborado que preconizaba el técnico argentino. Las cualidades del vasco no casaban con dicho estilo y empieza a perder protagonismo y el club se plantea su salida. Ese periodo estival es revolucionario en la plantilla pero Gaizka salva el corte y permanece a las órdenes de Valdano.

Llega Ranieri y descubre al mejor Mendieta

Nuevo cambio de rumbo y vuelta al fútbol de lucha, al Valencia bronco y copero, a los jugadores que se lo dejan todo en el césped y lucen mucho más allá de las exquisiteces técnicas. Valdano es cesado tras perder los tres primeros partidos de liga en los que no pudo contar con su buque insignia, Romario. Paco Roig, el por entonces presidente de la entidad, se trae de Italia a un semidesconocido entrenador (los valencianistas lo habíamos sufrido en la particular debacle europea contra el Nápoles) con fama de Sargento de Hierro, Claudio Ranieri. El italiano intenta acoplar su estilo a los jugadores heredados de Valdano pero el equipo iba de mal en peor. Rinaldi, como lo rebautizó Roig en su presentación, da un giro al equipo y apuesta por otro tipo de futbolistas. Dicho cambio vuelve a poner a Mendieta en el escaparate y esta vez sería de manera definitiva. Su cambio al centro del campo y con mando en plaza resultaría determinante para el futuro de todos, jugador, técnico y entidad.

La semilla de un Valencia campeón

Clasificado in extremis para la Intertoto, la temporada 98/99 comenzaría en julio con esa competición previa a la UEFA y acabaría casi un año más tarde con el primer título oficial en casi 20 años. Ranieri pasaba a la historia del Valencia CF y Mendieta era ya un símbolo del equipo. Capitán, todocampista y hasta goleador, su importancia dentro del terreno de juego creció hasta convertirse en imprescindible. Una grandísima temporada liguera, clasificación para Champions incluida, y el título copero frente a la entidad colchonera, dispararon la popularidad del rubio centrocampista hasta convertirlo en el murciélago del escudo (Pedro Cortés dixit). El gol que marcó nuestro protagonista en aquel partido está escrito en letras de oro en la historia del fútbol español, junto con otros que anotó a lo largo de su carrera profesional.

Fulgor estelar

Encumbrado a los altares del fútbol tras aquella final, su historia a orillas del Turia todavía le deparaba sus mejores momentos. De la mano de Héctor Cúper y de una generación de veteranos que atravesaron en Valencia su segunda juventud, Mendieta acompañó al club por un periplo europeo que solo una fatídica tanda de penaltis en Milán pudo evitar un culmen glorioso. La disputa de esas dos históricas finales de Champions consecutiva y el papel estelar que Mendieta jugó en esas dos temporadas le granjeó una fama internacional y una cotización desorbitada, pero nunca dejó de ser aquel imberbe que llegó de la Plana y que disfrutaba tanto del fútbol como de la música, una afición que acabaría por cautivarle de manera definitiva tras su retirada. Lo había logrado casi todo en el mundo del fútbol a base de trabajo, de tesón y de esfuerzo personal. Fue nombrado mejor centrocampista de Europa e incluido en el once ideal de la máxima competición futbolística europea.

Adios Valencia, adios brillo

Una vez alcanzado dicho cénit futbolístico, el polivalente centrocampista decidió cambiar de aires y buscar nuevos destinos donde crecer como futbolista y donde conocer nuevos horizontes y maneras de ver el balompié. Pese a manifestar su deseo de fichar por el Real Madrid, acabó recalando en la Lazio italiana donde, poco a poco, su brillo fue apagándose y su caché disminuyendo. Fuera de un hábitat que se lo había dado todo, su confianza mermó y su juego no acabó de acoplarse a la filosofía del Calcio italiano. Tras varias cesiones, una al Barça entre ellas, Gaizka acabó su carrera en el Midlesborough británico. Allí acabó su carrera futbolística pero comenzó su bagaje profesional ligado a la música y a otros ámbitos de la cultura. Sus apariciones como DJ se hicieron cada vez más frecuentes, sus apariciones en partidos de veteranos o leyendas eran constantes y empezó a participar también en programas de debate o como conferenciante en temas relacionados de una manera o otra con el fútbol.

 

Fuentes: https://www.levante-emv.com/castello/2016/07/26/futbolista-suenos-atleta/1449063.html

https://valenciaplaza.com/gaizka-mendieta-el-eterno-verano-de-un-hombre-tranquilo

Llibre del Centenari. Ed. Valencia CF

Ciberche.net

@VicentSarrion

 

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