Un año sin ti, ‘Brujo’
Hoy hace exactamente un año, Enrique de Castro González "Quini" nos dejaba huérfanos a los sportinguistas tras su fallecimiento a los 68 años de edad
Un año ya. Parece increíble que haga un año ya de aquel fatídico 27 de Febrero de 2018 en el que Quini nos dejó huérfanos a los sportinguistas tras un ataque al corazón.
Bueno, seamos exactos. Es un año sin el Quini persona, sin el Quini que podíamos ver todos los días en Mareo o en Gijón. Sin el Quini mortal; el humano de carne y hueso. Sin ese Quini por el que todos los equipos, árbitros, directivos y personas del mundo del fútbol en general preguntaban cuando venían a Gijón y a El Molinón. Porque si algo tiene Quini es que es y será inmortal. Y lo es porque alguien solo muere cuando su recuerdo se desvanece. Posiblemente el ‘Brujo’, que siempre se quitó importancia, quisiera que la gente se olvidase de él de una vez por todas. Pero va a ser que no.
Ya no lo digo porque ahora El Molinón lleve su nombre a perpetuidad. Si no porque ha pasado un año y la gente se sigue acordando de Quini. Al igual que lo sigue haciendo de otra persona que dejó huella en el sportinguismo como Manolo Preciado. El ‘Brujo’ y el ‘Bigotín’… Sabe Dios, nunca mejor dicho, las que andarán liando juntos en el cielo.
Una persona que logró algo que pocos más han logrado. Y es que todo el mundo en el fútbol logre dejar rivalidades a parte y alabe la figura del ‘Brujo’. Pero claro, hablamos de una persona que incluso perdonó sin dudarlo a sus secuestradores en 1981. A esas personas que le hicieron pasar las de Caín durante los 25 días de su cautiverio. Era tan grande que les perdonó sin dudarlo ni un solo segundo. Yo, personalmente, reconozco que sería incapaz. de hacer eso.
Nunca me saqué la foto con el ‘Brujo’. Nunca lo hice y la verdad es que no encuentro explicación. Quizá porque era algo tan corriente que en mi cabeza pensaba que podría hacerlo en cualquier momento si quería. Creo que hoy en día pudo decir que me arrepiento de no haberlo hecho en las docenas de veces que pude, porque nunca me habrías dicho que era un mal momento para esa foto. Así eras.
Son muchas anécdotas con él, pero hay una que recuerdo especialmente y me hace reír. Fue en un viaje a Leganés en 2015. Acabábamos de ganar de 0-1 en un partido en Butarque que no pasará al recuerdo, ya que ganamos con un gol en propia puerta. Tras el encuentro allí estábamos un grupo de sportinguistas, en la puerta principal del estadio pepinero y saliste tú, saludando, sonrisa en boca y parándote con todo el que te pedía una foto. Recuerdo que tú, tras corear todos tu nombre te volviste a bajar del autobús y nos echaste la ‘bronca’ por corearte a ti y a no al equipo que acababa de ganar el partido. Siempre quitándote importancia.
Perdón por haberte fallado
Pero si tú nunca nos fallaste, nosotros sí lo hemos hecho en este año. No solo te hemos fallado no logrando devolver al Sporting la temporada pasada y casi seguro ésta a Primera División. También lo hemos hecho al recordar tu memoria.
Desde el fallecimiento y la respuesta de la afición ha sido, en cada partido, de vergüenza ajena. Cada partido que pasaba menos gente se sumaba a la ovación en el minuto nueve. Algo que se colmó este pasado domingo en el que ni anunciándolo de nuevo a bombo y platillo, El Molinón, se sumó en su mayor parte al recuerdo. Por ello, al menos yo, te pido perdón ‘Brujo’. Puede sonar vanidoso. Pero sabiendo que eras sé que nos lo perdonarás.
Sé que lo harás porque, como dijo Fernando Fueyo oficiando tu funeral, tenías un corazón tan grande, que por eso se te rompió; porque no te cabía en el pecho. Descansa en paz, ‘Brujo’.