Jesé apaga el incendio bético y aviva las llamas en Balaídos
El equipo de Setién logra volver a puestos europeos tras las semanas de malos resultados que atravesaba y el Celta, que estrenaba entrenador, se hunde todavía más en su desgracia, colocándose momentáneamente en puestos de descenso.
Se jugaba este domingo un partido vital en Balaídos, un encuentro catalogable como ‘final’ dadas las condiciones en las que lo afrontaban ambos conjuntos. Celta y Betis, dos equipos con una holgada diferencia en liga, pero coincidentes en la necesidad de ganar. Fran Escribá se estrenaba en el banquillo gallego sin lograr cambiar la dinámica de malos resultados, y Quique Setién, después de varias semanas especialmente complicadas, logró que su equipo se hiciese con la victoria, calmando a la afición, que en el partido anterior cantaba su dimisión.
Empezó a rodar el balón por el verde y ya podíamos ver cambios en la escuadra del Celta, Escribá hacía modificaciones en la zaga y renunciaba a la defensa de tres centrales que tantas veces hemos visto jugar. Como es normal, el Betis tenía el balón durante los primeros compases, y de vez en cuando llegaba al área con tímidas ocasiones, protagonizadas especialmente por Canales y Loren Morón. Los locales también hacían llegadas al área contraria, como una contra en la que centró Maxi para Brais Méndez, invalidada por fuera de juego, o una falta lateral botada por este último, que remató solo Maxi Gómez, pero que también se invalidó.
La primera ocasión clara del encuentro llegó tras un robo en campo ‘celtiña’ del Betis, que terminó con un disparo de Jesé a las manos de Rubén. La posesión traía consigo más ocasiones, y el equipo sevillano se encontraba poco a poco más cómodo, cada vez acercándose con mas frecuencia a la portería de Rubén.
Mientras tanto, el equipo celeste intentaba aprovechar sus efímeras oportunidades de posesión con contras y mediante la calidad de sus centrocampistas, que de vez en cuando forzaban faltas con cierto peligro, hasta tres faltas laterales sacó Brais Méndez desde el mismo vértice del área. El Celta llegaba poco pero cuando llegaba lo hacía con mucho peligro, ejemplo de esto es una jugada que Maxi finalizó con un disparo que se fue cerca del poste izquierdo, tras una muy buena triangulación de la ofensiva celeste.
Los béticos seguían a lo suyo, largas posesiones y ocasiones de peligro, como la de Carvalho tras un rechace en la medialuna del área en el que disparó y se marchó por encima del travesaño. También creaban problemas en la defensa celtista con sus carrileros, que centraban una y otra vez y protagonizaban peligrosas internadas. Poco más a resaltar en una primera parte con la que no pudo hacerse ningún equipo, y en la que no hubo nada destacado para añadir descuento, así que cuando llegó el minuto 45, Estrada Fernández pitó el final del primer tiempo.
La segunda mitad no comenzaba bien para el Betis, que veía como su carrilero izquierdo caía lesionado en el minuto 50. Tello sustituía al joven Francis Guerrero después de una acción en la que aparentemente no había motivos de lesión. Los jugadores celtistas salieron del túnel de vestuarios activados, y pusieron en aprietos a la escuadra bética en varias ocasiones al inicio de la segunda parte, con un remate en el área pequeña de Araújo, desviado por muy poco, y un centro-chut de Boudebouz que se marchó fuera. Pero el recién ingresado respondió de maravilla y estuvo apunto de anotar tras una brillante pared con su compañero Guardado. Desde luego, el inesperado contratiempo de la lesión no perjudicó al conjunto ‘verdiblanco’, sino al contrario, ganó una necesaria verticalidad que contrastaba a la perfección con tanta posesión estéril.
Se cumplía el primer cuarto de la segunda mitad y el partido comenzaba a romperse, el Betis volcaba su juego en acciones ofensivas, en parte gracias a Tello, y el Celta, que veía cómo su rival llegaba una y otra vez, comenzaba a sufrir. Escribá buscaba cambiar esa situación, y sustituía a Boudebouz por Pione Sisto, y poco después de esto, su equipo estuvo apunto de adelantarse en el marcador, tras un error en el área del Betis por un mal control de Joaquín, que por poco concede el gol a su rival.
El partido se calentaba y las más de 18.000 personas que acudieron al partido convertían a Balaídos en una olla a presión. En una de las incontables llegadas al área del Betis llegó el gol, Jesé anotó tras el rechace de un disparó de, adivinen quién, Tello. La acción fue anulada en un principio por el colegiado, pero la sala del VAR corrigió la decisión, y este finalmente declaró el gol como legal. El técnico valenciano del Celta, desesperado, dió entrada al canterano Apeh, quién entró sustituyendo a Boufal, buscando el componente ofensivo que le facilitase el empate. Y pocos minutos después agotaba sus cambios dando entrada a Jensen, a la vez que Setién buscaba contener las ofensivas del Celta, cambiando a Lo Celso por Javi García. Sin embargo, poco pudo hacer el equipo celtista, que no tuvo suficiente con los 5 minutos que añadió de descuento el árbitro, y finalmente perdió.
La ausencia de la estrella ‘celtista’ Iago Aspas está lastrando a su equipo, que se encuentra a dos puntos de descenso a expensas de lo que haga el Villarreal, y que tan solo ha ganado uno de sus últimos once encuentros. Por su parte, el Betis logra colocarse en puestos europeos, también dependiendo de lo que hagan sus rivales directos, Valencia y Sevilla.