Eliminación dura en una locura de partido

Partido de vuelta de octavos de la UEL en el que el equipo español estaba obligado a ganar en la República Checa debido al mal resultado de la ida, ese empate a dos goles injusto por las infinidad de ocasiones de gol que creó pero que al final le lastraba para este partido.

A pesar de esta premisa fue el Slavia el que salió más dominador del partido con el empuje de los suyos, en los primeros minutos se jugó a lo que ellos quisieron y como recompensa se encontraron con el gol del central Ngadeu a la salida de un córner mal defendido por la defensa sevillista.

Sólo al raiz del gol y con el paso de los minutos el Sevilla empezaría a dominar el juego con un Banega que cada vez tenía más protagonismo, incluso iba a tener un tiro al borde del área peligroso buscando el empate en el marcador.

Pero el peligro hispalense llegaba casi siempre por la banda de Promes, primero iba a mandar un tiro al larguero después de tocar en un rival y posteriormente provocaría el penalti del empate tras ser arrollado por el portero checo, pena máxima que iba a transformar con acierto Ben Yedder.

La segunda parte no pudo empezar peor para los intereses sevillistas, a los 20 segundos y tras un balón largo, el árbitro pita un penalti inexistente de Navas que acaba por transformar Soucek para devolver la ventaja a los locales.

Pero el partido en la segunda parte estaba más loco si cabe, y en el minuto 53 la eliminatoria quedaría igualada con una genialidad de Munir. Un golazo tremendo de volea desde fuera del área que dejaba el partido en empate a 2 y dejaba el estadio en silencio.

Este gol animó por fin a los de Pablo Machín que se hicieron dueños del balón y siguieron buscando otro gol más para ponerse por delante, durante unos minutos estuvieron cerca de ello pero no cuajaban las acciones de ataque. Los checos buscaban su oportunidad en balones aereos hasta incluso en saques de banda laterales. Así llegaríamos a los últimos minutos de esta segunda mitad en la que solo el Sevilla buscaba ya el gol, la más clara la tuvo Ben Yedder a 5 minutos del final pero su remate de cabeza no tuvo la suficiente fuerza para acabar en gol.

Ya metidos en la prórroga salieron los locales más fuertes buscando crear peligro dándole más intensidad a sus acciones. Pero iba a ser el Sevilla el que iba a pegar primero en este tiempo extra, y llegaría de nuevo por la banda de Promes que iba a realizar un centro perfecto para el Mudo rematara de cabeza a la perfección.

Y cuando parecía que este gol mataba el partido (necesitaban ya dos goles los checos), el equipo local ponía de nuevo las tablas en el marcador con un gol de van Buren, y restaba aún la segunda parte de esta prórroga. El técnico local metió más madera arriba para buscar más balones aéreos si cabe y por ahí es donde buscaría el milagro. Que acabaría llegando en el último partido de este tiempo añadido en una jugada increíble la verdad.

Eliminación muy dura para el Sevilla que fue superior en la eliminatoria, sobre todo en el partido de ida en el que debió dejarla sentenciada, pero que no supo competir en la prórroga dándole opciones a un Slavia que nunca bajó los brazos.

@juanmajurten