Diamanka deshoja la margarita
El centrocampista senegalés ha llamado la atención de muchos clubes que quieren su incorporación
La temporada de Diamanka no está pasando ni mucho menos desapercibida. El jugador del Numancia, que además de llevar nueve goles, está desempeñando un papel sobresaliente en el cuadro soriano, acaba contrato en Junio y todo apunta a un cambio de aires en verano.
El club soriano hace meses que renunció a su renovación. Las pretensiones económicas de Diamanka son muy elevadas para el club soriano y su director deportivo, César Palacios, no aspira ya a renovarle. Ambas partes saben que hay otros equipos capaces de subir los emolumentos económicos al senegalés. Por todo ello es casi un hecho ya confirmado que el senegalés militará en otro conjunto la próxima temporada.
Ahora le toca al jugador de 29 años deshojar la margarita. Tres clubes, mínimo, tienen al senegalés en su punto de mira. Dos de ellos están actualmente en LaLiga Santander -a dónde el jugador busca dar el salto- y otro en LaLiga 1|2|3. Se tratan del Real Valladolid, Rayo Vallecano y Real Oviedo.
El Real Oviedo llegó a tener casi cerrado su fichaje
El club carbayón es, de los tres, quien más interés ha mostrado. En Oviedo persiguen su fichaje desde hace meses. A pesar de que hubo una muy buena sintonía entre las partes desde los primeros contactos, no se cerró la operación. Algo que ahora, según informó La Nueva España, hace que el cuadro del Carlos Tartiere haya dejado de estar en la pole para el fichaje de Diamanka debido a la aparición de otros clubes con más músculo financiero. Esos no son otros que los cuadros pucelano y vallecano. Éste último, club que ya conoce y en el que militó tres temporadas entre 2010 y 2012.
Ambos son clubes que están aún inmersos en plena lucha por lograr la salvación en LaLiga Santander, por lo que sus planificaciones deportivas dependerán de la categoría en que militen. Pero conocido su interés, Diamanka prefiere esperar. Porque la oportunidad de dar el salto por fin a la máxima categoría es un caramelo demasiado goloso para dejarlo pasar.