Empate agridulce en Boadilla
El Inter de Madrid y el Fuenlabrada empataron a cero, los visitantes merecieron más pero la solidez defensiva de los locales valió para aguantar el empate
Arrancaba el encuentro en el Ángel Nieto de Boadilla, el Inter, décimo en la tabla, recibía al líder, el Fuenlabrada. En el partido de ida, los fuenlabreños vencieron por cuatro a cero al combinado de Boadilla.
En los primeros compases de partido se iba a observar una gran superioridad de los visitantes, que jugaban a sus anchas y movían el balón de un lado al otro sin que los defensores del Inter pudieran hacer nada, los locales habían salido flojos en estos primeros instantes.
El tiempo pasaba y ambos equipos se comenzaban a igualar, el Inter era conocedor de su inferioridad, por ello subió una marcha más su intensidad en el juego, comenzaban a ganar los balones divididos. El balón parado sería la gran baza de los locales, originaban grandes ocasiones de peligro. Por el otro lado, el Fuenlabrada realizaba buenas combinaciones, encadenaban muchos pases y se plantaban en la frontal del área visitante, pero les faltaba el último pase.
La primera ocasión tendría lugar en el minuto veinte, Hugo Fraile disparaba desde la frontal, pero el lanzamiento se fue desviado. Después lo intentaría Rufo, para contrarrestar, pero el remate de bolea se fue alto.
En el veintiocho el Inter tendría la más clara, un balón muerto en el área sería golpeado por Almeida, pero el esférico se marchó por encima del larguero. Al minuto sería el Fuenla quien, con un lanzamiento directo de Fraile, provocase la gran parada de André. Pasaban los minutos y las jugadas y ninguno de ambos equipos era capaz de adelantarse.
En el treinta y siete el Fuenla tendría la ocasión más clara del encuentro, Jeisson realizaba una gran jugada individual cuando, al llegar a línea de fondo, pasó a Hugo Fraile que con un fuerte disparo mandó el balón directo a la madera. El Fuenla estaba un poco por encima del Inter. Se llegaba al descanso con el cero a cero en el luminoso.
Arrancaba el segundo tiempo, y la ocasión para el Fuenla no iba a tardar, Jeisson se quedaba mano a mano ante el guardameta del Inter, el nueve disparó y el balón dio contra la madera, tanto del lado derecho como del izquierdo y después lo interceptó el central, la suerte es también un factor muy importante.
Clavería sería el siguiente en contar con una gran ocasión, desde la frontal golpeó, pero el disparo se marchó desviado, mandando el balón al lateral de la red. El Fuenla seguía dominando el encuentro, el Inter se mostraba muy incómodo en estos segundos cuarenta y cinco minutos.
El Inter tendría una ocasión clara, un disparo lejano de Tamayo estuvo a punto de sorprender a Ribas, pero consiguió blocar el tiro.
Se comenzaban a mover las filas de ambos equipos, jugadores de refresco salían al verde para revolucionar el partido.
Lo intentaba de nuevo el conjunto visitante, una vez más Clavería, con un tremendo disparo lejano, el seis no se lo pensó y golpeó con todo al balón, enviándolo por encima de la portería defendida por André. Randy estaría a punto de anotar el primer tanto, si no hubiera sido por el paradón de André, al disparo del diez que iba directo a la escuadra. El Fuenla cocinaba el primer gol, pero la solidez del Inter lograba evitarlo.
Se llegaba a los minutos finales con la igualada en el luminoso. Cualquiera podía llevarse el partido, un detalle podía dar los tres puntos a uno de los dos conjuntos. En el último minuto Hugo Fraile empujaría a Marcos, el míster del Inter, debido a que este cogió el balón para evitar que el Fuenla sacase con el equipo local descolocado, por ello el siete fue amonestado. Con esta fea imagen se ponía el punto y final al encuentro.
