Mateu propone y Lim dispone
Con los ingresos de la Champions en el bolsillo, las ventas no son tan necesarias por lo que la capacidad de negociación de los dirigentes valencianistas es desde una postura más fuerte.
Mateu Alemany tiene un plan, trazado sobre la base de los ingresos de Champions conseguidos por segundo año consecutivo. El plan está consensuado con Longoria, cabeza visible de la secretaría técnica, y con Marcelino, técnico de la primera plantilla. Los números del primero, el conocimiento del mercado del segundo y las necesidades deportivas del tercero son la base del proyecto.
Dejen salir antes de entrar
El modus operandi de los rectores de la nave blanquinegra coincide año tras año. Primero se producen salidas de jugadores que no cuentan y que no han formado parte de la plantilla y que ayudan a cuadrar las cuentas de junio. Maksimovic ha salido por 5M al Getafe, Fran Villalba está en el mercado y Vezo más de lo mismo. Tres futbolistas que no entran en los planes de Marcelino, que no afectan a la estructura de la plantilla y por los que el Valencia CF espera recaudar entre 10 y 15 millones de euros.
Salva Ruiz, Jason Remeseiro, Manu Vallejo o Jorge Sáenz son otros de los jóvenes talentos que no tienen segura su continuidad en el club y pueden ser objeto de intercambio. Tambíén podrían formar parte de alguna operación para abaratar el precio final o ser traspasados con opción de recompra. Pueden no ser un ingreso directo en la liquidez del club pero pueden ayudar a invertir menos en las compras.
El siguiente paso sería la venta de algún jugador importante en la plantilla. Jugadores que hayan tocado techo en su rendimiento, que hayan mostrado su voluntad de salir o por los que el Valencia reciba una suculenta oferta económica. Jugadores como Rodrigo Moreno, Neto Murara, Diakhaby o Santi Mina pueden ser ventas importantes y alguno de ellos no supondría un trauma en la confección de la plantila.
Fichar con cabeza
A la hora de reforzarse, la estrategia está clara. Emplear el atractivo de la Champions, la paciencia y la claridad de los objetivos para conseguir los jugadores deseados. Longoria propone, Marcelino persuade y Mateu ejecuta.
Si se ha de esperar hasta el límite del mercado, se espera. Si el jugador está convencido de venir y el Valencia le da su palabra, se va a por él con todas las consecuencias. La preferencia por un perfil determinado, por un jugador en concreto y por una posición con necesidades marca la manera de actuar.
Jugadores como Sarabia, con mucha incertidumbre en torno a él, Maxi Gómez, con muchas novias en el mercado o Djené, cuyo precio ahora mismo es prohibitivo, pueden ser esos objetivos por los que el equipo de Mateu decida esperar y agotar plazos.
De toda esta manera de actuar, de todo este procedimiento protocolizado es conocedor Peter Lim, máximo accionista del club y último y decisivo eslabón de la cadena.