24h de Le Mans: cara y cruz para Toyota en el final de la supertemporada
Un año más, Le Mans eligió al ganador. Un pinchazo en el Toyota #7 a menos de 1 hora para el final decantó la balanza a favor del #8. Antonio García luchó por la victoria hasta el error de Magnussen y Miguel Molina tuvo que abandonar.
Sábado 15 de junio de 2019. 15.00 horas. Circuito de La Sarthe, en Le Mans, Francia. 62 equipos se citan en la carrera más prestigiosa de la historia. A la hora prevista, la princesa Charlene de Mónaco ondeaba la bandera francesa y daba comienzo la prueba. Por delante 24 horas de emociones, sobresaltos y tensión pero también una lucha constante contra el cansancio, que hará mella en los pilotos a medida que transcurra la carrera.
Dominio de Toyota desde el inicio
Toyota comandaba la carrera al inicio y se esperaba que así fuese durante toda la cita excepto si sufrían problemas mecánicos. Como se ha demostrado durante toda la temporada en el WEC, el sistema híbrido de estos prototipos hace que sus prestaciones sean muy superiores a la de sus competidores.
En los primeros minutos, la categoría GT Pro demostró que la igualdad entre los diferentes equipos sería máxima. Antonio García, pilotando su Corvette, conseguía mantener un gran ritmo y llegaba a ser primero tras adelantar al Aston Martin que en ese momento lideraba la categoría. Por otro lado, al cabo de algo más de una hora, la diferencia entre ambos pilotos era de 17 minutos, teniendo al coche #7 liderando. Esa diferencia se fue aumentando progresivamente en los minutos siguientes a golpe de vueltas rápidas.
También llegarían pronto los primeros problemas. El primero en sufrir un percance fue el LMP2 #30, que tenía un pinchazo. Instantes más tarde, aparecía el primer FCY de la carrera tras el trompo del Porsche 88 (GT Am), que era quinto de su categoría en ese momento.
Tras un FCY, el coche #8 perdía algo de tiempo respecto a su compañero y rival hasta llegar al minuto de diferencia. Alonso se subía al coche en ese momento con el objetivo de reducir esa diferencia. Con 40 segundos de margen se bajaba el asturiano, casi tres horas después. Toyota aprovechaba la aparición del coche de seguridad para hacer este cambio de pilotos, lo que benefició al Toyota #8, que era líder por primera vez en la carrera. Una vez se retiraba el coche de seguridad, ambos coches japoneses mantenían un bonito duelo rodando muy cerca. Ya durante la noche, el Toyota #7 recuperaba la primera posición tras una parada en boxes. Pese a esto, la diferencia seguía siendo mínima, siendo de dos segundos constantemente.
Máxima igualdad entre el Toyota #7 y #8
Faltando algo más de 14 horas para el final, el accidente de un Aston Martin (GT Pro) provocó la salida del safety car, que volvería a hacer acto de presencia tras el accidente del SMP #17. Cuando se retiró, el #8 volvía a liderar la prueba aunque por poco tiempo, ya que Kamui Kobayashi, al mando del otro coche del equipo Toyota, recuperaba la primera posición en el ecuador de la carera.
Una hora más tarde, con Fernando Alonso al volante, el Toyota #8 pasaba por boxes y cambiaba el frontal y la parte trasera. Más tarde volvía a la calle de boxes para reparar la puerta derecha del coche. Esto le retenía más de lo debido, lo que hacía aumentar la diferencia con el #7. Mientras, el Porsche #92 (GT Pro) que lideraba su categoría se metía en el garaje. El equipo se veía obligado a reparar los problemas mecánicos que estaban sufriendo, impidiendo que pudiese seguir en pista. Tras cambiar los escapes se reincorporaba a la carrera. Pasaba a ser 12º después de haber estado más de 20 minutos en boxes.
Durante la noche se sucedían los contratiempos para algunos pilotos, provocando slow zones, así como los cambios de pilotos y las paradas en boxes. Al amanecer, la diferencia entre ambos Toyota era de un minuto.
Muy temprano esta mañana, faltando 8 horas, se producía una situación de FCY debido al accidente de dos GT Am. Por su parte, Pastor Maldonado también chocaba contra el muro haciendo que el coche de seguridad saltara a la pista.
Cuando terminaba este régimen, el SMP #11 conseguía ganar una posición y ocupar el último escalón del podio gracias al Stop & Go que debía cumplir el Rebellion #3, que seguía de cerca a su rival. Intentando mantenerse pegado a Stoffel Vandoorne, tercero, cometió un error y acabó en la grava. Mientras, Toyota seguía liderando con el #7 y el #8 respectivamente.
Desastre para el equipo de Antonio García
A falta de menos de 4 horas, Antonio García junto con sus compañeros se mantenía líder de la clase GT Pro con una estrategia distinta a la de su más inmediato rival, el Ferrari #51. Por su parte, Fernando Alonso volvía al monoplaza y los incidentes se sucedían. El más destacado tenía lugar restando 3 horas y media para clausurar la temporada. El LMP2 pilotado por Nick De Vries acababa en las protecciones y salía el safety car. Pese al impacto, De Vries conseguía llegar al garaje con el coche destrozado. Esta situación la aprovechaba el equipo de Antonio García para entrar en boxes y cambiar de piloto. Sin embargo se veía obligado a detenerse al final de la calle de boxes debido a la presencia del coche de seguridad, lo que le hacía perder algo de tiempo respecto a sus rivales.
A esto hubo que sumarle el trompo que cometió Jan Magnussen en el último sector del circuito. Chocó contra el muro, perdió mucho tiempo y regresó a boxes. Tras las reparaciones pertinentes volvió a la competición ya lejos de cualquier opción de victoria o podio. A falta de una hora para el final Antonio García volvía a estar a los mandos del Corvette, esta vez luchando por la séptima plaza. Por su parte, Fernando había terminado su stint, el último con el Toyota, con el que ponía punto y final a su temporada en el WEC.
Pinchazo y adiós a la victoria
Todo marchaba según lo previsto pero como debe ser la carrera quien decida al ganador, un pinchazo lento ha obligado al Toyota #7 a ralentizar y pasar por boxes. Esta parada no programada ha hecho que el #8 se colocase en cabeza de carrera y liderara, pese al posterior pit stop, hasta el final.
El Toyota #7 trató de recortar las diferencias, realizando también una parada más rápida que la de su rival pero de nada sirvió. El resultado es objetivamente injusto. El Toyota #7 fue más rápido y lideró casi toda la prueba. El poco margen de maniobra tras el pinchazo les privó de poder concluir la temporada ganando.
Cara y cruz para Toyota. Doblete en Le Mans para los pilotos del #8, además del campeonato del mundo, primero para Nakajima y Alonso. Pero la cruz se la llevó el #7, eclipsados en la mayoría de carreras de la temporada por sus compañeros, ni hoy pudieron ganar, esta vez debido a la mala suerte. Temporada para olvidar para Conway, Kobayashi y López.
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Imágenes: @SoyMotor