Verstappen, ídolo total en Austria
Nadie soñaba con una victoria de Verstappen, ni siquiera opciones de podio, después de realizar muy mala salida. De largar en el segundo cajón de la grilla de partida salió de la primera curva de la carrera en la séptima posición. A partir de ahí comenzó el show de ‘Mad Max’.
El Gran Premio de Austria 2019 de Fórmula 1 será recordado por siempre y se debe a un nombre y apellido: Max Verstappen. El piloto holandés de Red Bull se convirtió en ídolo total tras ganar por segundo año consecutivo en el circuito de la marca de casa realizando una carrera descomunal mostrando un ritmo que sorprendió a propios y extraños.
‘Mad Max’ Verstappen
Nadie soñaba con una victoria de Verstappen, ni siquiera opciones de podio, después de realizar muy mala salida. De largar en el segundo cajón de la grilla de partida salió de la primera curva de la carrera en la séptima posición. A partir de ahí comenzó el show de ‘Mad Max’.
Verstappen estiró lo más que pudo sus neumáticos de compuesto medio para calzar los duros con 10 vueltas de frescura. Eso le valió para realizar un stint endiablado en el cual rebasó al alemán de Ferrari cuádruple Campeón del Mundo, Sebastian Vettel, al finlandés de Mercedes, Valtteri Bottas, y al otro hombre de la escudería italiana quien lideraba hasta falta de 3 vueltas, Charles Leclerc, con una maniobra intensa rueda a rueda. Algo que desató la euforia del público holandés en las gradas, al garage de Reb Bull y a todos los fanáticos de la Fórmula 1.
El tapado
La remontada de Verstappen tapó otra gran remontada de la carrera, la que hizo Carlos Sainz. El piloto español de McLaren salió en la decimonovena posición y finalizó octavo. El madrileño estiró lo más que pudo sus neumáticos duros con un ritmo consistente para calzar los medios y protagonizar una espectacular cadena de adelantamientos.
El equipo McLaren se va de Austria con otro muy buen fin de semana ya que Lando Norris finalizó sexto, afianzando a la escudería de Woking, Inglaterra, como la cuarta en la tabla de campeonato de constructores.
Simplemente no pueden
La otra cara de la moneda de la victoria de Max Verstappen es la derrota de Charles Leclerc y la escudería de Ferrari. En otro gran fin de semana y sin el peligro del dominio de Mercedes tenían la gran chance ganar la primera carrera del año, pero no se pudo. Esta vez no fue una avería mecánica, ni una penalidad, sino que los neumáticos del monegasco no pudieron aguantar la embestida del holandés.
Tras estos hechos hay una tendencia negativa de que Ferrari quiere, intenta, pero aún no puede ganar. ¿Está en juego la cabeza de Mattia Binotto?
No apareció
El vigente y quíntuple campeón del mundo, Lewis Hamilton, ha realizado una maravillosa temporada, pero en el fin de semana del Gran Premio de Austria no apareció su contundencia. Fue segundo en la sesión de clasificación, pero por una penalidad partió cuarto debido a entorpecer una vuelta rápida de Kimi Raikkonen (Alfa Romeo).
Durante la carrera, tuvo problemas en sus pasos en la primera curva, tanto así que dañó su alerón delantero por sus roces con el limitador de pista.
Bochorno
El papel de los comisarios tras los últimos Grandes Premios está en el ojo del huracán, pero el día domingo rozaron el bochorno tras su decisión de investigar la maniobra de Verstappen sobre Leclerc. ¿Fue un lance muy agresivo? Sí. ¿Hubo toque rueda a rueda? Sí. ¿Sancionable? No, porque un incidente de ese tipo siempre se ha catalogado como típico en el automovilismo cuando hay peleas cuerpo a cuerpo. Después de unas insólitas de 3 horas de análisis, no hubo penalidad. Gracias a Dios y por el espectáculo.
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