Un bloque mejorado: el Valencia CF 19/20
Lejos queda ya aquella noche del 25 de mayo. El tiempo siempre transcurre de una manera diferente en Valencia. Un verano que ha parecido un año entero, unas vacaciones de infarto para más de uno y varios terremotos después, el Valencia CF está preparado para confirmar su mejoría tras estos dos años. Que ruede el balón.
El valencianismo no vive de recuerdos y la consecución del título de Copa del Rey fue el momento más álgido de los últimos años pero no es suficiente para una afición exigente como es la valencianista, fiel como la que más, pero exigente como ninguna.
Como bien ha dicho el capitán, Dani Parejo, la temporada quizá sea irrepetible pero ni mucho menos insuperable.
La afición ha vivido un sinfín de emociones desde que se ganó la Copa del Rey. Emociones en el aspecto deportivo, en el ámbito societario y en su repercusión social.
Con las altas y las bajas, el aspecto deportivo ha quedado mejorado y la ilusión de la parroquia blanquinegra se ha visto reflejada en la única manera que se puede manifestar. Agotados los abonos para la temporada 19/20 y un lleno absoluto en la presentación del equipo ante sus correligionarios en Mestalla el pasado 10 de agosto.
El núcleo de la plantilla se ha mantenido y la madurez de algunos jugadores, tras la experiencia acumulada la temporada pasada, invitan a pensar un mejor rendimiento y por tanto unos mejores resultados deportivos. Jugadores como Ferran, Kang In, Carlos Soler o Gayà, pese a las diferencias entre estos casos, han acumulado la experiencia y el conocimiento suficiente para ofrecer un rendimiento mucho más alto y dar un paso adelante en su implicación en la plantilla y en el club. El hecho de ser canteranos, internacionales y parte del proyecto de futuro de la entidad, les confiere un papel diferente a otros de los pesos pesados de la plantilla
En el ámbito societario, pese al dominio accionarial del Valencia que emana desde Singapur, el descontento es evidente con la injerencia por parte de Peter Lim en la parcela deportiva, gestionada acertadamente hasta la fecha por la dupla Mateu Alemany/Marcelino García Toral con la inestimable ayuda desde su conocimiento del mercado de Pablo Longoria. La afición mantiene vivo el recuerdo de los graves problemas deportivos, posible descenso incluido, y este cambio por el cual el máximo accionista ha decidido “involucrarse más” no ha resultado del agrado de aquellos que acuden fiel, puntual y religiosamente al templo de la Avda de Suecia.
Desde el punto de vista social, el desafecto sufrido por la entidad, el duro golpe en la línea de flotación de la relación entre afición y club, distancia, separa, desune cada vez más la que fue una relación idílica la temporada pasada. La cada vez más clara separación entre negocio y sentimiento, entre propietario y aficionado, entre empresario y seguidor, no es el mejor indicador para conseguir repetir los éxitos deportivos recientes. Los cambios dictados desde la directiva valencianista para con la grada de animación tampoco han afectado positivamente a esta relación y solo un buen inicio de temporada podrá calmar unas revueltas aguas a orillas del Turia.
Altas y Bajas
El mercado del Valencia ha estado bastante movido, pero no precisamente en cuanto a la cantidad de fichajes o de ventas, sino en la duración de las negociaciones por estos. En el apartado de altas, Manu Vallejo, Jason, Salva Ruiz y Jorge Sáenz se incorporaron al equipo, tras ser fichados la campaña anterior. En este mismo mercado, 4 han sido las incorporaciones que se han sumado a las órdenes del técnico Marcelino García Toral.
Cambio de cromos en la portería. A la vez que Neto ha volado a tierras barcelonistas, el holandés Jasper Cillessen aterrizó en la capital del Turia para convertirse en el dueño de la portería de Mestalla. En defensa, se necesitaba un cuarto central que compitiera con Garay, Paulista y Diakhaby, con el objetivo de apuntalar la segunda mejor defensa de la campaña pasada. Finalmente fue el francés Eliaquim Mangala quien se sumó a la disciplina ché. Además, Jaume Costa, jugador valenciano y valencianista, se convirtió en el lateral encargado de competir con Gayà por un puesto en el lateral izquierdo.
En la delantera, vuelos cruzados Valencia – Vigo. EL uruguayo Maxi Gómez se convirtió en el ‘9’ tanque que quería Marcelino. Un perfil distinto, un ariete rematador con gol, algo que faltó al club la pasada campaña. A cambio, 14 millones de euros más Santi Mina. Regresa a casa tras 4 temporadas defendiendo la elástica del murciélago y la cesión del central Jorge Sáenz. Además, el ruso Denis Cheryshev, acabó cesión, pero regresó al Valencia tras acordar la compra con el Vila-Real.
En el apartado de bajas, el bloque importante para Marcelino se mantiene intacto. Por lo que las bajas han sido de jugadores «de segunda línea» y que no han sido claves para el técnico asturiano, excepto Neto. El portero brasileño, Santi Mina y Jorge Saénz han sido parte de las negociaciones por otros jugadores. Además, Facundo Roncaglia acabó la cesión y se marchó de vuelta a Vigo.
Toni Lato voló hasta Holanda. Lo hizo para sumarse a las filas del PSV Eindhoven en calidad de cedido y con el objetivo de volver al club siendo mejor futbolista. Vezo, que se encontraba cedido en el Levante, volvió al club ‘granota’ de manera definitiva. Murillo voló hasta Italia, para jugar en la Sampdoria. Por último, jugadores que no contaban para nada, como Abdennour o Nacho Gil se han desvinculado de manera definitiva de este Valencia.
Elaboración: @VicentSarrion @GerardGalvez21
Foto destacada vía: eldesmarque.com David González