Mal debut del Inter en la Champions
Los de Conte no logran de pasar del empate ante el Slavia. Nicolo Barella evito en el 92' lo que hubiera sido una bochornosa derrota
No tuvo un buen debut el Inter en el estreno de la Champions League 19/20. Los «neroazzurros» empataron 1-1 ante el Slavia Praga en el Giussepe Meazza y perdieron la chance de sumar 3 puntos vitales en su búsqueda por superar la fase de grupos. El equipo de Antonio Conte no pudieron, en especial en el segundo tiempo, sobreponerse al campeón checo, ultrafísico y ordenado en la presión. La falta de puntería y sin ideas en ataque, fueron solucionados por una volea de Nicoló Barella que evito un desastre mayor.
La noche estaba bella, el estadio repleto y el Inter en mejor momento para alzar el telón europeo. Antonio Conte había advertido de lo «físico e intenso«que era el rival y de «comenzar con buen pie», y vaya que tenía razón. El Slavia comenzó el choque bloqueando el carril central y a Brozovic para complicar la salida limpia del Inter. De Vrij y Skriniar empezaron a lanzar balones largos que encontraban a Lukaku o Lautaro muy marcados. Los chechos habían tenido unos cuantos acercamientos a portería aunque, poco a poco, el equipo milanista empezó a hallar espacios donde atacar.
Tras un cuarto de hora, el equipo de Conte ya comenzaba a generar llegadas hacia la portería visitante. Tuvo hasta tres en el primer tiempo para definir el choque con Sensi, otra vez el más destacado en un partido gris de su equipo. Primero, el joven italiano colgó una falta lateral que Skriniar mando fuera. Después, inicio una jugada que terminó con un zurdaso de Lautaro que se fue fuera por poco. Finalmente, metió un centro tras un saque de esquina corto que D’Ambrosio mando arriba del travesaño.
Se veía molesto a Conte, consciente de que era necesario golpear al rival y no dejarlo con vida. Equiparo acciones el Slavia, con unas cuantas acciones peligrosas y metiendo una segunda marcha que partió al Inter en dos equipos. Los interistas atacaban bien, pero atrás se partían y cometían errores que no habían mostrado en el campeonato liguero. La zaga ya no solo no encontraba como salir desde abajo, sino que perdía balones en la frontal del área. Handanovic también se unió a la confusión y casi regala un balón a Olayinka. Así acabo el primer tiempo, con el Inter más bipolar que se haya visto en el comienzo de temporada.
El segundo tiempo, empezó con la lesión de Candreva y el ingreso del debutante Lazaro. Pero además, lejos el Inter de dar un paso al frente, le cedió dos al Slavia que adelantó lineas y a su presión en salida,le añadió juego vertiginoso. El campeón checo llevo el centro del campo del Inter a ser un campo de batalla. Muchos balones que iban por arriba, eran ganados por los mas físicos jugadores del Slavia. Las bandas también se volvieron un sector por el cual volvieron loco al Inter, tanto que Asamoah casi ve la roja por una fuerte entrada abajo a Olayinka.
Sería el mismo jugador nigeriano el que congele el Giussepe Meazza. Una internada por banda hasta linea de fondo, culminó en un rechace de Handanovic corto a su primer palo, ahí apareció Olayinka para adelantar a su equipo. Balde de agua fría para el equipo de Conte que peco mucho de errores en el fondo. El intento de reacción tampoco fue el esperado. Balones largos a Lukaku que o no conectaban con sus compañeros o eran ganados por Hovorka y Kúdela. Pero ya no solo era fútbol lo que faltaba, sino también ímpetu para aspirar a la remontada
Conte vio que faltaba una pisca de eso e introdujo a Politano y Barella al campo. Ambos italianos entraron frescos de ideas y agresivos en cuanto actitud. Activaron a Sensi y el Inter ya tenía encerrado a su rival, lamentablemente, no lograba conectar ninguna acción de peligro real al arco Kolar. La frustración se apoderaba de los jugadores «neroazzurros» que sentían impotencia de como las pocas chances eran nulas para conseguir el empate. Centros laterales, faltas colgadas, cabezazos y disparos fuera del área, acciones que no lograban colocar la pelota dentro de la red del Slavia.
Ya en tiempo de descuento, tuvo que ser una jugada atrevida de Politano el preludio del empate. El italiano se adentró hasta la frontal del área y le cometieron falta. Sensi se paró delante la pelota, con ojo puesto en el angulo del palo izquierdo de Kolar. Su remato fue desviado por el palo con la fortuna que el rechace lo cazó Barella con una sutil volea que alucino al Inter con la remontada. 8 minutos había agregado el arbitro, pero se hicieron cortos para un Inter que tendrá dar una mejor imagen si quiere pasar la fase de grupos. Por ahora, Europa los sobrepasa.