Recibir al Atlético de Madrid después de seis años de penurias era motivo de visitar Son Moix aunque fuese un horario poco propicio para acudir al campo. Así, Son Moix se llenó para ver a su equipo intentar derrocar al aguerrido equipo del Cholo.
Nada más empezar el encuentro, el Atlético puso el miedo en el cuerpo al conjunto de Moreno, Una triangulación por la banda derecha, la primera de muchas, acababa en un chut de Joåo Félix que se fue rozando el palo de Reina. Con el paso de los minutos, la superioridad colchonera se iba notando encima del verde.
La banda de Lumor era una autopista para Arias y Saúl que campaban a sus anchas por esa zona. En ese lateral llegaría el gol rojiblanco. Un córner mal despejado por la zaga balear daba la segunda oportunidad a Koke para poner un centro medido a la cabeza de Diego Costa. El 0-1 hacía justicia a lo palpable en el campo. Las superioridad del trivote formado por Félix, Koke y Thomas era notoria delante de un Mallorca totalmente desarbolado.
La ventaja estuvo a punto de aumentarse en un par de ocasiones, pero la mala puntería de los chicos del Cholo otorgó vida a un Mallorca muy espeso y sin ideas.
La segunda parte empezó con una tónica distinta. El Mallorca salió con ganas de perderle el respeto al Atlético y lo consiguió. Kubo se rebeló ante los astros rojiblancos y contagió a los suyos. Un palo nada más comenzar y un chut desviado fueron las balas de fogueo que usó el japonés.
Sin embargo, la reacción balear se quedó en intento. El Atlético se encontró con la suerte del campeón y Joåo Félix marcó con la ayuda de Budimir y el palo aumentó la distancia y frenó a los isleños. Estos se agarraron a la expulsión de Morata para seguir vivos en el partido, aunque el Atlético consiguió frenar otra vez el empuje balear.
En definitiva, un partido sin mucha historia. Un Atlético infinitamente superior al Mallorca y que sentenció con dos fogonazos de sus delanteros. Los bermellones se vieron impotentes otra jornada más y ya acumulan cinco jornadas sin puntuar y a ser una dinámica preocupante para los pupilos de Vicente Moreno.