El Sporting logra apagar fuegos ante un irreconocible Almería

Después de la disputa el pasado fin de semana de la octava fecha del campeonato de plata, dos conjuntos rojiblancos de la categoría se medían en El Molinón-Enrique Castro Quini. Una cita a la que llegaban ambos equipos en dinámicas dispersas, con un Real Sporting de Gijón situado en la zona baja y con su técnico José Alberto en el alambre, por lo que necesitaba apagar fuegos. El otro combinado rojiblanco, quien estrenaba equipación tras presentarla en la jornada de ayer, se presentaba en tierras asturianas después de haber perdido el pasado domingo su imbatibilidad, al caer ante el Cádiz, líder del segundo escalón del balompié español.

Una nueva jornada entre semana que traía consigo abundantes cambios en ambos onces. Los asturianos presentaban hasta cuatro novedades, perdiendo la titularidad Molinero, Traver, Javi Fuego y Djurdjevic, en beneficio de Medina, Carmona, Cristian Salvador y Álvaro Vázquez. En el bando visitante, Pedro Emanuel revolucionaba el once, haciendo a debutar en el lateral zurdo a Jonathan Silva, mientras Ante Coric disfrutaba de su primera titularidad. Además, regresaban a este dos futbolistas consolidados durante el inicio de curso como el centrocampista César de la Hoz, quien hacía pareja con el serbio Petrovic, y Gaspar Panadero, así como Balliu vivía su segunda aparación en el once.  De esta manera, Romera, Iván Martos, Aguza, Lazo y Chema eran los principales damnificados de la derrota frente al Cádiz.

Un feudo, el sportinguista, que al plantel visitante se le da bastante mal, habiendo logrado vencer en este en una sola ocasión. Corría la primera de 2007, cuando los entrenados entonces por Emery sumaban de tres en tierras asturianas con un resultado de 1-2, merced a los tantos de Crusat y Acasiete, los cuales permitían remontar el gol inicial de Diego Castro.

Un choque que arrancaba con las imprecisiones haciéndose notar, sin que ni asturianos ni almerienses lograsen hacerse con el dominio. Rozando el minuto 2 llegaba la primera ocasión del encuentro, Corpas remataba mansamente con un disparo que Mariño atajaba sin peligro alguno. Poco a poco la contienda se convertía en una ida y vuelta, pero sin grandes ocasiones. No tardaría mucho en inagurarse el marcador, con seis minutos de juego Marc Valiente perforaba la meta defendida por René al probar fortuna tras estrellarse ante la madera el remate de Babin.

Se ponía de cara el partido para los intereses gijoneses. Ni se llegaba la primer cuarto de hora cuando Babín hacía el segundo tanto, cabeceando en solitario el centro puesto por Nacho Méndez desde el costado diestro. Empanada monumental de los unionistas, quienes veían como en menos de 15 minutos tantos goles como en la pasada jornada. Si los asturianos habían golpeado por partida doble, el medio serbio Petrovic con la testa recortaba distancias en una acción a balón parado. Falta en las proximidades de la frontal que amagaba con botar Ante Coric, la metía Gaspar Panadero y el centrocampista con su cabeza casi rapada metía a los almerienses en el partido.

Un tanto que no amilanaba a la escuadra asturiana, si bien servía para que los indálicos pasasen a buscar el segundo con más ahínco. Restaban siete minutos cuando Aitor García, viejo conocido del filial almeriense, materializaba el tercer gol rojiblanco con un disparo sutilmente cruzado, para el que la estirada de René no servía para evitarlo. El extremo zurdo firmaba su doblete nada más entrar en el tiempo de prolongación, ganando en velocidad a un Owona que tenía que pedir el cambio.  Horrenda primera mitad visitante, con un conjunto irreconocible, recibiendo un solo gol menos de los que había encajado antes de la contienda en Asturias.

Para la segunda mitad Pedro Emanuel ejecutaba un doble cambio, ante la irreconocible cara que estaban dando sus chicos. El luso permitía que en Gijón se estrenase Darwin Núñez en suelo europeo. En la caseta se quedaban un dolido Lucien Owona y Gaspar Panadero. Unas permutas que de momento no valían como lavado de cara, mientras los asturianos se confirmaban como amos y señores del partido.

Llegada la hora de juego, el combinado visitante agotaba cambios, introduciendo Pedro Emanuel al extremo Lazo por César de la Hoz ante la bochornosa imagen indálica. Transitaban cómodamente los locales, sin prisa alguna ante el gran resultado que se vislumbraba en el electrónico, no se hacía esperar demasiado la primera permuta en el bloque sportinguista. José Alberto retiraba a Aitor García, uno de los protagonistas de la contienda.

Cuando parecía que los hoy pistacho no podían hacer nada, con nada más que perder, Nikola Maras en una acción a balón parado y de cabeza recortaba distancias con su estreno goleador con la casaca unionista. Los goles serbios permitían mantener con vida a los almerienses. El tiempo se agotaba, los almerienses seguían intentando acercarse más al marcador, pero el peligro en el arco de Mariño era escaso. Minutos más tarde, se producía la segunda sustitución en las filas sportinguistas, con un cambio hombre por hombre. Pisaba la hierba el delantero serbio Djurdjevic.

Si bien la victoria era bastante clara para el combinado asturiano, sendos equipos continuaban en la búsqueda del gol, en el 74′ la tuvo Carmona, pero su remate se marchaba desviado. Cuando restaban diez minutos, José Alberto ejecutaba la última sustitución del choque, dándole la oportunidad a Hernán Santana, marchándose Manu García. Apenas tendrían lugar un par de ocasiones por bando antes de que el colegiado decretase la conclusión de la contienda

Un triunfo que permite respirar y apagar fuegos al combinado gijonés, que suma su segundo triunfo del curso ante un plantel unionista que no dio la cara, mostrando una imagen irreconocible. Así, los pupilos de Pedro Emanuel tan solo encajaban un tanto menos de los que habían recibido hasta la fecha en la presente temporada. Una derrota dolorosa, aunque no impedía que los almerienses permaneciesen en puestos de ascenso directo.