Iván Ania se la juega ante el Deportivo
El Racing de Santander solo ha logrado una victoria en los primeros 12 partidos y su entrenador empieza a estar en el disparadero
El Racing de Santander está de vuelta a La Liga Smartbank tras cuatro años consecutivos en el pozo de la Segunda División ‘B’. Una vuelta con ilusión para la afición que no se está transmitiendo sobre el césped. Todo hace pensar que Iván Ania tiene un ultimátum el próximo sábado en casa recibiendo al Deportivo de la Coruña, colista de la liga dos puntos por encima de los verdiblancos, penúltimos.
Una victoria en 12 partidos
Los números ahora mismo del Racing son de descenso. Ocupa el puesto 21º con tan solo 10 puntos. Es cierto que está en la pelea, a solo tres de la permanencia, pero ya lleva muchos partidos en los que la paciencia se acaba. Son siete empates y una única victoria, esa goleada 4-0 al Mirandés que parecía que iba a dar moral al equipo. El Racing mejora a raíz de esa victoria pero los empates empiezan a ser insuficientes.
El inicio no fue malo hasta esa victoria, llegaban rivales de altura y el Racing fue capaz de competirles. Una cosa que ilusiona aun más a la afición viendo como su equipo juega de tu a tu a rivales de entidad en Segunda División. Sin embargo, el empate empieza a no valer y es muy necesaria una victoria que de un poco de aliento sobre todo al entrenador.
Y menos mal que son empates y no derrotas. Por que es cierto que el Racing solo ha ganado un partido pero es que solo ha perdido tres. Un dato que quiere decir que el conjunto verdiblanco está en partido siempre y que cuando no le ha dado para ganar, ha sabido sacar un punto sobre todo fuera de casa. La tarea está en El Sardinero, y este fin de semana y los próximos partidos hay partidos asequibles para sacar los tres puntos ante tu afición.
El problema de los últimos minutos
Al principio de liga, se lo podíamos atribuir a la mala suerte. El Málaga te ganó en la primera jornada en el 86 cuando fuiste superior gran parte del partido. El Almería quita dos puntos al Racing en la última acción del encuentro. El Cádiz se lleva la victoria en el minuto 100 de partido de penalti. Junto con el empate en Las Palmas, eran dos puntos de 12 posibles y se le atribuyo a la falta de concentración en los últimos instantes.
Llegó el primer partido malo, derrota en Vallecas para olvidar. Tres días después, cambio al dibujo y goleada al primer rival directo, el Mirandés. El Racing coge aire encadenando tres empates ante Sporting y Albacete a domicilio y contra el Numancia en casa. El equipo había dado sensación de madurez sabiendo controlar más los partidos y no perder puntos cuando no los has podido ganar.
Llega un palo duro. Un Girona, muy superior, te pega un repaso en el que fue el peor partido de la temporada. 0-3 y primeros pitos en la grada. Era esperada la derrota pero no así. El equipo cambia y se planta en el campo de otro recién descendido, el Huesca, con un 0-1 en el minuto 94. Se habían añadido 5 y en el último balón colgado te empatan el partido. Jarro de agua fría. Ayer, por increíble que parezca, el equipo estaba muerto con 3-1 en Tenerife y es el Racing el que empata el encuentro.
Dos empates que te dejan dos lecturas distintas. En el primero pudiste y debiste ganar. Una victoria a domicilio y más en El Alcoraz, hubiera reforzado mucho de cara al siguiente partido. Pese a igualar el partido en Tenerife y llevarse un valioso punto, el Racing podría haber ganado el partido de haberlo planteado mejor. Dos empates que de lograr los tres puntos ante el Deportivo se podrían catalogar como positivos.
Iván Ania en el alambre
Cuando no se gana y las cosas no salen, las miradas van al entrenador. El técnico asturiano no es el mismo que el año pasado. No tiene el mismo carácter y ya hay rumores de que no hay buena sintonía en ese vestuario. Está claro que algo pasa porque hay cosas que no se entienden. El equipo compite pero no da un aspecto positivo en ningún sitio. Ni ataca bien, ni defiende bien, ni es bueno a balón parado ni es malo, ni se repliega ni presiona. Deja muchas dudas la propuesta.
Se puede mirar a los dos puntos que se han escapado en los últimos minutos contra Almería y Huesca. El Racing estaría fuera de descenso y seguro que la situación sería diferente. Hay momentos que está claro que no se gestionan bien y siempre pasa algo. El sábado el entrenador tiene una final y de no lograr la victoria podría vivir sus últimas horas como técnica verdiblanco.
Puede ser peor el remedio que la enfermedad
La pregunta es: ¿Si echas a Iván Ania, a quien traes? Está claro que tienes que traer a algo mejor de lo que hay. Alguien que cambia la situación y sea el que mande ese vestuario, cosa que parece que el técnico asturiano no está sabiendo gestionar. Si va a venir algo que lo empeore, no merece la pena cambiar.
Nadie duda de las ganas de Iván Ania de sufrir hasta el final con este equipo y lograr el objetivo y a lo mejor es preferible mantenerle una serie de partidos más y no precipitarse a una decisión arriesgada. El Racing está rozando esa línea roja que no puede pasar. Esta al borde de una situación crítica de la que sería muy difícil salir. Vienen partidos claves que de cambiar la dinámica haría pensar a todos de manera distinta. Si no se cambia, ya no habría marcha atrás.
En conclusión, la temporada es larga y al conjunto cántabro ahora le vienen una racha de partidos contra Deportivo, Alcorcón, Ponferradina, Lugo, Extremadura, Elche y Fuenlabrada. Rivales que no son mejores que el Racing y puede sacar adelante si hace bien las cosas. Algo que conllevaría a cambiar la situación. El problema es que a lo mejor esa situación, por el tema que sea, pueda ser ya insostenible e imposible de cambiar. Veremos la respuesta del equipo porque tres victorias seguidas en Segunda da mucho aire.