Mar de dudas y niebla de certezas

De todos los encuentros que se disputarán a lo largo de la 13ª jornada, posiblemente este sea al que peor llegan ambos conjuntos dadas sus ambiciones, una situación producida no sólo por los resultados, si no también debido a las preocupantes sensaciones emitidas a lo largo de la temporada y que se han visto agravadas en las últimas semanas.

Aunque son líderes tanto en su grupo de Champions como en Liga, los azulgranas no están contentos. El equipo sigue sin carburar y el irregular año pasado, que acabó con una nueva remontada histórica (en contra) frente al Liverpool y la derrota ante el Valencia en la final de Copa del Rey, ha mermado la paciencia del aficionado barcelonista. Y es que los resultados escondían algo cada vez más evidente: Hace tiempo que no se juega bien al fútbol en Can Barça.

El barco se ha mantenido a flote gracias al gran acierto exhibido en ambas áreas por culpa de, principalmente, dos protagonistas: Marc-André ter Stegen, que lo es demasiadas veces y eso nunca es positivo; y Leo Messi, cómo no. Pero a los catalanes les faltan ideas, frescura, automatismos… En resumen, el juego no está a la altura de un bloque tan magnífico.

Los partidos en la máxima competición europea de este curso son la mejor muestra de ello, donde el Barça no ha merecido ganar la mayoría, como ante el Dortmund o el Slavia en Praga. De hecho, el detonante del bajón blaugrana fue este último encuentro, donde los culés acabaron encerrados en su área, pidiendo la hora durante bastante tiempo y con Ter Stegen molesto pidiendo una reacción públicamente con su Hay que hablar de algunas cosas. A pesar de este aviso, el Fútbol Club Barcelona ha recibido un serio correctivo ante el Levante y parecía un equipo sin alma en el segundo enfrentamiento contra los checos en el Camp Nou, donde hubo silbidos por parte de la afición.

Respecto al Celta, las aguas están más “calmadas” tras el cese de Fran Escribá, quien no ha conseguido dar con la tecla pese a disponer de un conjunto, a priori, bastante superior al de la temporada pasada, cuando terminaron luchando por no descender. La ilusión en el celtismo debido a las incorporaciones de este verano (Denis Suárez, Santi Mina, Rafinha…) ha disparado las expectativas a niveles tan altos que el golpe de realidad ha sido bastante duro. Antes de empezar la temporada y, sobre todo, tras el partidazo ante el Valencia, se vieron demasiado rápido luchando por cosas grandes pero se han olvidado de competir partido a partido, como diría el bueno del Cholo.

La plantilla, a la cual se le han visto las costuras y cierta descompensación con jugadores que no están a su nivel, un 4-4-2 que no cuaja o la falta de extremos puros sin contar al denostado Pione Sisto, ha sufrido una paulatina pérdida de confianza y rumbo que pretende solucionar con su llegada Óscar García, flamante nuevo técnico, cuyo pasado azulgrana tanto de jugador como de entrenador es la mayor referencia que tiene a la hora de concebir el fútbol. Una concepción que, en teoría, le vendrá de perlas a un equipo talentoso pero hasta el momento estancado y desaprovechado.

Por lo tanto, hay una oportunidad, tanto para los culés como para los vigueses, de irse al parón con un buen sabor de boca y, quién sabe, reencontrarse y empezar a recorrer un camino mejor. Aunque Ernesto Valverde y compañía tienen menos que ganar y más que perder que su rival…

Convocatoria y bajas:

• • FC Barcelona: Ter Stegen, N. Semedo, Piqué, I. Rakitic, Sergio, Arthur, Suárez, Messi, O. Dembélé, Neto, Lenglet, M. Wague, Griezmann, S . Roberto, F. De Jong, Vidal, Umtiti, Junior y Ansu Fati. Quedan fuera de la convocatoria por decisión técnica Todibo, Aleñá y C. Pérez, y por lesión Jordi Alba.
  • RC Celta de Vigo: Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Costas, Araujo, Okay, Denis Suárez, Fran Beltrán, Iago Aspas, Sisto, Rubén Blanco, Lobotka, Olaza, Sáenz, Juncà, Aidoo, Gabriel Fernández, Brais Méndez, Pape Cheikh, Iván Villar e Iker Losada. Kevin, Rafinha, Santi Mina y Beauvue son baja por lesión. Juan Hernández no entra en la lista.