El Girona amenaza el regalo de Reyes del Rayo Vallecano

Cualquier tiempo pasado fue mejor. Así reza el sabio refranero español, y a buen seguro que la parroquia del Rayo Vallecano y del Girona están de acuerdo con esta sentencia. Los dos conjuntos que saltarán por primera vez en este 2020 al césped del Estadio de Vallecas librarán su lucha en LaLiga Smartbank, la Segunda División. Atrás, aunque cercano en el tiempo, queda el último precedente de este choque, que la pasada temporada se disputó en el dorado contexto de LaLiga Santander.

Sea como fuere, tanto Rayo como Girona eran, antes de que el balón echase a rodar, dos de los principales favoritos para conseguir el retorno a la máxima categoría del fútbol español. Sin embargo, en el ecuador ya de la competición, a medio camino en su teórica ruta del retorno, ni vallecanos ni gerundenses ocupan puestos de privilegio.

Cierto es que la igualdad reinante en la categoría de plata suele ofrecer diversas oportunidades de colarse en los lugares que dan acceso a los puestos que permiten pelear por retornar a Primera División. A tiro de piedra, ahora mismo, lo tiene el Girona. Con 31 puntos, los de Pep Lluís Martí son novenos, a tan solo un punto del ‘playoff’. Más complicado parece tenerlo el Rayo.

Los 25 puntos que lucen en el casillero del equipo que dirige Paco Jémez le sitúan a siete puntos de los lugares de privilegio. El descenso es, en estos momentos, un riesgo mucho más amenazante: el Extremadura, primer equipo que caería ahora mismo al infierno de la Segunda División ‘B’, solo cuenta con tres puntos menos que el Rayo Vallecano.

El estadio al completo

Por todo ello, el encuentro resulta vital para los rayistas. La afición de la franja espera que los Reyes Magos se adelanten unas horas y le dejen como regalo tres puntos que serían claves para el renace rayista en este incipiente 2020. Para tratar de lograrlo, Paco Jémez contará con toda su plantilla a disposición, excepto Bebé, lesionado de larga duración, y Trejo, que fue expulsado en el empate en Las Palmas.

Con todo, las circunstancias que rodean al encuentro provocan que la atención se desvíe más allá del césped, tanto a las gradas como a los despachos. La grada, en primer lugar, estará más animada de lo que se preveía en un principio. Este viernes se conocía que Apelación suspendía cautelarmente la sanción al Rayo Vallecano impuesta por Competición por los incidentes acaecidos con Zozulya.

Así, por el momento, la consecuencia más inmediata es que los abonados rayistas podrán acceder al fondo de Vallecas para el Rayo-Girona de este domingo. Además, el comité da de margen a los vallecanos hasta el 14 de enero para presentar sus recursos con los que tratar de rebajar las sanciones, que en un principio ascendían a 18.000 euros de multa, la celebración a puerta cerrada de la segunda parte del Rayo-Albacete y el cierre del fondo del estadio durante dos partidos.

Más arriba, el mercado de invierno agita los despachos. El Rayo, castigado por una acuciante falta de pegada que lastra su despegue y atenaza a los rayistas, busca un atacante goleador que resuelva su problema. Sobre la palestra, un nombre anotado con mayúsculas: Enric Gallego. El delantero del Getafe, sin minutos con Bordalás, puede salir del cuadro azulón y el Rayo busca estar bien posicionado, aunque algún equipo de Primera también pugna por el atacante catalán.

Asalto al ‘playoff’

Enfrente estará el Girona. Los de Pep Lluís Martí visitarán el feudo vallecano intentando ahondar en la poca fiabilidad rayista ante sus aficionados. Los gerundenses tienen en su mano una gran oportunidad de volver a colarse en los puestos de privilegio y olvidar así el sonado traspié con el que cerraron su particular 2019, cayendo 0-3 en Montilivi ante el Mirandés de Iraola.

Salvo la excepción de Valery y Samu Sáiz, Martí contará con el grueso de su plantilla para medirse al Rayo Vallecano. Duda hasta última hora serán Aday y Soriano, que esta semana han padecido molestias. El mercado de invierno, igualmente, puede determinar también el mes de los gerundenses e introducir modificaciones en su plantilla. Quique Cárcel buscará aligerar el plantel e incorporar, además, un pivote defensivo y un extremo.