El Real Madrid vence sin despeinarse y sigue con su extraordinaria racha
Los de la capital dominaron durante todo el partido frente a la impotencia del Khimki. Un parcial de 0-16 en el segundo cuarto hizo que los blancos pudieran respirar en una segunda mitad con muchos intercambios de golpes y poder pensar en el próximo encuentro contra Fuenlabrada este fin de semana
El Real Madrid volvió a confirmar su sobresaliente estado de forma, esta vez ganando con comodidad (78-95) en el pabellón del Khimki ruso, en un partido que estuvo marcado por la irregularidad en el juego del conjunto local y el aprovechamiento de ella por parte de los visitantes.
El encuentro comenzó con un Tavares estelar (tres mates en los primeros cuatro minutos) y un Khimki que se agarraba a base de triples, aunque a 6:11 de acabar el primer cuarto, un tapón de Yusta y una pérdida de los rusos obligaron a Bartzokas a pedir tiempo muerto (6-11). Sin embargo, de poco sirvió la bronca del entrenador griego, pues Tavares seguía asustando y Campazzo, con 5 puntos y 3 asistencias en este tramo del partido, dejaban a su equipo con nueve puntos de ventaja (17-26) al final del primer cuarto.
El inicio del segundo cuarto estuvo lleno de imprecisiones y precipitaciones por parte de los dos equipos (tan solo 6 puntos entre ellos en los primeros tres minutos del cuarto), un período del partido que supo cambiar el Madrid con otra dinámica muy distinta; la de abrir realmente brecha en el marcador. La falta de ideas del Khimki en ataque, en el que ni siquiera Shved estuvo conectado, y la aportación de jugadores de la segunda línea blanca como Doncic, Reyes o Carroll llevaron a un parcial arrollador de 0-16 para los merengues que consiguió elevar su ventaja a los veinte puntos, diferencia con la que se llegó al descanso (31-51). Con este momentáneo resultado, el Madrid casi se aseguraba la victoria a falta de 20 minutos de juego.
En el tercer cuarto sólo se pudo ver un aburrido intercambio de golpes en el que algunas veces se llegaba a pensar que los rusos podían remontar (42-56 a 4:30 del final) con las canastas de Shved, que, a pesar de hacer un muy mal partido en cuanto a juego, acabó el encuentro con 23 puntos y 4 asistencias, y en otras todo lo contrario (44-67 a 1:30) con Tavares como faro madridista. Así, nada cambió y se llegaron a los últimos 10 minutos con el partido definitivamente decidido (49-67).
El último cuarto dejó ver lagunas defensivas por parte de los dos equipos, provocadas en gran parte por la poca trascendencia de los minutos restantes. Además, pudimos ver la mejor versión de Rudy Fernández, con 4 de sus 5 triples (5/6) en este intervalo de juego. También destacó Honeycutt, desaparecido en los primeros tres cuartos, por parte del Khimki, ya que consiguió maquillar de una manera notable sus estadísticas individuales, anotando 16 puntos en los últimos cuatro minutos de partido (17 en todo el encuentro).
Finalmente acabó con una clara victoria madridista (78-95) un partido en el que el Real Madrid demostró una vez más su capacidad para anular en pocos chispazos el nivel de su rival, por muy alto que sea. Y es que, con esta, ya son seis victorias consecutivas en Euroliga las que llevan los merengues, competición en la que se afianzan en la cuarta posición de la tabla, compartida con Fenerbahce y Zalguiris. Una tabla en la que el Khimki, con esta derrota, baja a la octava posición, perseguido por Baskonia en la lucha por entrar en los playoffs del torneo más importante de Europa.
Síganme en Twitter (@cajanoseliquida)