La Carrera Astur | Pk.26: Ibra impulsa al Oviedo; el Sporting de Djukic no arranca fuera
Los azules logran un importante triunfo frente al Albacete que les permite salir de los puestos de descenso. Los rojiblancos, por su parte, agudizan su crisis a domicilio y siguen sin convencer
Fin de semana agridulce en Asturias. Esta vez le tocó sonreír al Oviedo. Los azules lograron un importante triunfo frente al Albacete que les permite salir de los puestos de descenso. El cuadro de Javi Rozada fue muy superior a los manchegos y se llevó un partido donde brilló, entre otros, el delantero azul Ibra Baldé. En el Sporting las cosas no acaban de salir, al menos fuera de casa. Tercer encuentro a domicilio de Djukic y tercera derrota. Los rojiblancos fueron superados por el cuadro de Baraja en un encuentro donde volvieron a acusar su debilidad en las áreas.
Siguen perdidos lejos de casa
- Una debilidad preocupante en las áreas: No es algo nuevo, ni siquiera en casa donde el equipo, por ahora, ha recuperado los resultados. La debilidad en las áreas del Sporting es algo muy preocupante. Es imposible aspirar a nada, permanencia incluida, si no se logra ser al menos fuerte en una de las dos. El cuadro rojiblanco se desangra en ambas. Defensivamente se empeña en facilitar la labor a los equipos rivales. Ofensivamente genera ocasiones que no para de desperdiciar. De poco sirve que jugadores como Pedro Díaz, Bogdan o Cristian Salvador hayan hecho un notable partido si el resto del equipo se pega tiros en el pie.
- Otra vez el balón parado: El primero de esos tiros llegó de nuevo en el balón parado. El primer gol llega tras rematar un jugador del Tenerife en un córner donde hasta dos jugadores (Marc Valiente y Babin) están en su marca. La facilidad con la remata choca con la indignación y frustración de la afición rojiblanca al ver los mismos errores semana tras semana. El segundo gol es otro tiro en el pie del que es mejor no hablar, pues las imágenes se catalogan solas. El equipo es un mar de dudas y cuando recibe un gol, se hunde en el plano anímico.
- Obligación de recuperar a Manu García: Ya ocurrió en los últimos encuentros con José Alberto López, pero con Djukic se ha agravado. Manu García no aparece. Ante el Tenerife su participación no solo no fue positiva, sino que fue negativa. En ese sentido el 4-4-2 con el ovetense partiendo desde la izquierda no ayuda. Tampoco al equipo que ve como por ese costado sufre una debilidad defensiva que el Tenerife se encargó de aprovechar. Con la llegada de Murilo da Costa, el club puede disponer de dos hombres verticales por las bandas y él quizá volver a su sitio más reconocible. Pero es tarea de Miroslav Djukic tomar esa decisión. Sea cual sea, recuperar el juego de Manu García es algo básico.
- Con lo de casa no llega: Y la realidad es que o se solucionan rápido esos problemas o la temporada, que si bien ya es una decepción, puede convertirse en pesadilla. Con cada vez más runrún -aunque desde el vestuario se niegue- de la existencia tensiones internas dentro del mismo, el equipo debe dar un paso lejos de casa. El juego ofrece ciertos brotes verdes que su absoluta incompetencia en las áreas lo lastra totalmente. Hay que sumar lejos de El Molinón, pues quedan 16 partidos, 8 en casa y 8 fuera. Como es probable que no se logren los 24 puntos en casa (que harían al equipo sumar 55 y estar bien lejos del peligro), hay que sumar fuera. De no hacerlo, habrá problemas más graves.
El Oviedo vence y convence
- Una primera parte surrealista. Lo que se vivió en el primer acto el pasado domingo fue algo fuera de lo común. El Oviedo arrancó muy bien el partido. El objetivo de los azules era evitar que el Albacete se instalase en campo propio, por lo que los carbayones saltaron al verde con las ganas de mandar y ser dueños de la pelota. Los resultados no se hicieron esperar. Ibra adelantó a los oviedistas, pero el VAR anuló el gol. Minutos después, Saúl Berjón volvió a tener la opción de adelantar a los suyos, pero Tomeu Nadal adivinó las intenciones del capitán desde los once metros. Tejera sí acertó antes del descanso, pero un tonto penalti que convirtió Pedro Antonio impidió a los asturianos irse con ventaja al descanso. En la segunda mitad, los de Rozada fueron muy superiores, y se llevaron un triunfo justo y merecido.
- Varios nombres propios. El primero el de Ibra. El atacante hizo cuatro goles, aunque solo contaron dos. El delantero azul volvió a reivindicarse ante su público. Está claro que es uno de esos jugadores que gusta tener en todos los equipos. Aunque su participación no es muy elevada, cada vez que salta al verde lo da todo y aporta en forma de goles. Otro de los destacados es Saúl Berjón. Siempre da algo distinto. El domingo fue de lo mejor. Dos asistencias y un sinfín de situaciones de peligro a favor de los suyos. Otros nombres destacados fueron los de Luismi y Lunin. El centrocampista lo corrió todo. Dio equilibrio y criterio al juego de los asturianos, mientras que el meta se mostró muy seguro a lo largo de los noventa minutos.
- El Tartiere respondió. Se hizo un llamamiento a lo largo de la semana, y la grada fue el apoyo fundamental para el triunfo del equipo. Cerca de 18.000 oviedistas, si nos fiamos de los datos oficiales, no dejaron de animar a lo largo del encuentro. El municipal ovetense fue una fiesta. Noventa minutos en los que nunca se dejó de creer en un triunfo que fue festejado por todo lo alto entre los aficionados del Real Oviedo.
- Semana fuera del descenso. El triunfo de los azules ante el Albacete deja a los de Rozada fuera de los puestos de descenso. Posiciones a las que caen los manchegos. Eso sí, ambos equipos cuentan con los mismos puntos en su casillero, aunque los asturianos se llevan el duelo individual. La victoria, al margen de esto, rompe la mala racha de los carbayones. Y es que el domingo, al buen juego del Real Oviedo le acompañó, por fin, el resultado.