El descenso administrativo toma fuerza en el Málaga
LaLiga ya valora como escenario más probable el que el club costasoleño no compita en Segunda, si se salva deportivamente, la próxima temporada
LaLiga se ha cansado del Málaga y de su falta de inacción de su propietario y adláteres como Richard Shaheen. Tanto que ahora mismo desde la patronal, tal y como informa MARCA, desde la patronal del fútbol profesional español se ve como algo»muy complicado, evitar el descenso administrativo de la entidad allá por el verano, siempre y cuando lo eludan en el plano deportivo, algo que, desde luego no está garantizado.
Una carrera contra el reloj de 178 días
Todo esto es una carrera contra el reloj de aquí al 31 de julio. Ahí será la fecha límite. Superado ese día sin que el Málaga esté en pleno cumplimiento del control económico de LaLiga, supondrá su inmediata expulsión de la misma. Porque aunque se habla de descenso administrativo, la realidad es que se trata de una expulsión «por tramposo y reincidente». Una carrera en la que por el medio hay varias trampas mortales. Varias casillas de «muerte» como si del juego de la oca hablásemos.
Primera casilla de ‘muerte’: Incurrir en algún impago
La primera es cometer algún impago. Desde LaLiga, incluido el propio Javier Tebas, llevan tiempo avisando de que el Málaga debía ponerse al día ingresando algo más de cinco millones entre traspasos y liberación de salarios antes del 31 de enero. No lo hizo. Viendo que no lo iba a hacer, desde la propia patronal se avisó de que debía ingresar y se recalca, ingresar, en torno a dos millones de euros para evitar las llamadas tensiones de tesorería. Es decir, no tener dinero para asumir los pagos cotidianos de nóminas, etc. Si el club se comete algún impago de aquí a mayo, inclusive, se acabó todo.
Segunda casilla de ‘muerte’: Sobrepasar el tope salarial para la campaña 2020/2021 a 31 de julio
Esta primera condición puede lograrse ingresando esos cerca de 2 millones. Algo que, si bien ya debería haber hecho, está a tiempo de subsanar. Pero la segunda va a ser mucho más difícil de conseguir. Disponen, desde hoy, de 178 días para adaptar el tope salarial a la que será su realidad económica para la temporada que viene. Según estimaciones y, dadas las sanciones por incumplimiento del control financiero que ya pesan sobre la entidad, el tope salarial para la próxima temporada del Málaga estaría entre los 6,0 y los 6,3 millones aproximadamente. Como este año ya ha incumplido la cifra máxima asignada, un segunda incumplimiento supone su expulsión de LaLiga por reincidente.
El problema que tiene es que de cara a la temporada no es que supere esa cifra. Es que probablemente supere el doble de la misma. MARCA estima que las fichas de Juanpi, Luis Hernández, Adrián, Juankar y Dani Pacheco, unidos a las amortizaciones de los traspasos pagados en su día por Rolón y Cecchini, superan de forma amplia esos 6,3 millones. Es decir, en solo cinco jugadores, el Málaga supera el tope salarial asignado para toda la plantilla.
¿Y cual será la situación si eluden ambas trampas mortales?
Aunque a día de hoy la situación no se presenta nada halagüeña, el Málaga tiene opciones de evitar el descenso administrativo o la expulsión. Si lo logra ya sabe que es seguro estará sancionado por partida doble para la temporada que viene. La primera es una reducción del tope salarial de forma que solo podrá destinar el 30% de sus ingresos a la plantilla, de ahí la estimación de un tope salarial de entre los 6,0 y los 6,3 millones.
La segunda sanción es la prohibición de fichar durante todo el año. Esto, que ya lo está padeciendo este año, tiene sus matices. Si podrá incorporar jugadores, libres o cedidos, que cobren el salario mínimo bruto para la categoría (77.500 euros brutos) y hasta un máximo de 18 fichas profesionales siempre que el tope esté por debajo del máximo asignado.
Sea como sea la situación del Málaga Club de Fútbol no pinta bien. La falta de inacción de su propietario ha llevado al club al borde de la desaparición. Porque otro escenario, que ya no entraría en las competencias de LaLiga sería el descenso deportivo. De sufrirlo, los ingresos en Segunda ‘B’ mermarían más aún, de forma exponencial, exponiendo aún al club a una mayor debilidad financiera. Pero eso es harina de otro costal y con unas consecuencias que son, a día de hoy, imposibles de predecir.