El miedo a perder se impuso en Miramar

Buena tarde en Miramar en cuanto a temperatura que no dejo satisfechos a los aficionados ya que los dos equipos se jugaban mucho y no fueron capaces de sacudirse esa presión para dejar un buen espectáculo en el campo. Los balones divididos y los balones aéreos fueron la tónica del encuentro que dejan a los dos equipos como estaban.

Miedo a perder

Primeros minutos de tanteo por parte de los dos equipos. El Marino y Las Rozas sabían lo que tenían en juego y la primera parte no dejo mucho para el análisis. El balón se pasaba mas tiempo en el aire que en el césped. Césped que tenía mucho mejor aspecto de lo que habíamos visto hasta ahora en Miramar. Las minutos pasaban sin que ninguno de los dos equipos consiguiera hacer daño al rival. Tanto Yelco como Porrón veían como los balones llegaban mansamente a sus manos. Únicamente una jugada asilada en el minuto veintiséis se convertiría en la mas clara para el equipo roceño. Juancho se internaba en el área y cuando parecía que el Marino había robado el esférico el colegiado señala penalti a favor de los madrileños tras un contacto. Algo riguroso. Turégano se disponía a convertir la pena máxima pero el balón sale algo centrado y Porrón, que se había tirado para el mismo lado ataja sin problemas desbaratando la mejor ocasión de la primera parte. Desde ese momento el Marino se crece y consigue acercarse a la portería rival con mas frecuencia pero sin llegar a hacer peligrar el resultado. Resultado gafas mas que merecido en esta primera parte.

Mas de lo mismo

Se empezaba la segunda parte con un cambio por equipo para intentar cambiar la dinámica vista en la primera parte. Albur y Borja Álvarez eran los elegidos pero ni mucho menos consiguieron el objetivo. Mucha disputa de balón y mucho balón aéreo sería la tónica en los primeros minutos sin mas peligro que algún cabezazo en posiciones bastante complicadas. Los corners y las faltas cercanas se convertirían en las acciones a aprovechar por parte de ambos equipos ya que el juego era demasiado espeso y ningún equipo conseguía hilar una acción aprovechable. En el último cuarto de hora la cantidad de faltas que se estaban cometiendo no dejaban que el partido cogiera ritmo y seguía todo muy trabado sin ningún peligro. No dio tiempo para mas y el partido terminó sin goles.