Las exigencias del futbol europeo y el campeonato español

Las exigencias de jugar competición europea obligan a invertir

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Recientemente han empezado a surgir polémicas en el seno del fútbol femenino español. Estas se relacionan con el nivel de las deportistas que pueblan la máxima categoría, y su procedencia, y la competitividad que tienen los distintos clubes de la competición. Pero es necesario tener en cuenta un factor importante al analizar estos asuntos: algunos equipos españoles deben ser capaces de competir a nivel internacional en competición europea, en la Women’s Champions League. Competir a nivel europeo tiene unas exigencias que analizaremos a continuación.

El fútbol español en Europa: evolución

Y, es que, para ser capaces de hacer buen papel en la máxima competición continental es necesario, de un lado, invertir en lo deportivo y en infraestructuras; y, de otro, arrasar y tener un dominio incontestable en su liga nacional.

La competición europea de fútbol femenino existe desde hace décadas, y ha ido teniendo representantes españoles. Los campeones de la liga española acudían a jugar Champions. Levante UD Femenino, RCD Espanyol Femenino, Rayo Vallecano Femenino, entre otros, han logrado campeonatos domésticos y una plaza para la competición europea. Más recientemente, Atlético de Madrid Femenino, FC Barcelona Femenino y Athletic Club Femenino han logrado acudir a territorio UEFA a competir.

El futbol femenino español ha pasado de tener un solo representante en liga de campeonas a tener dos. Se ha pasado de ser segundonas a convertirse en cocos. Pero esto ha llegado a raíz de que los representantes españoles en Europa han empezado a traer a jugadoras de más nivel tanto nacionales como internacionales. También han ido mejorando las condiciones deportivas, extradeportivas y las infraestructuras para sus futbolistas.

El futbol español y la desigualdad: las exigencias de ir a Europa

Y el hecho de que solo un selecto grupo de clubes o equipos hayan podido tener esta evolución, ha creado desigualdades y ha desequilibrado la competición en favor de éstos. Esta situación ha llevado a la aparición de críticas, y ha traído polémicas. Pero esto no es nuevo, ni limitado a aquellos que no tienen la oportunidad de hacer de sus equipos la potencia del momento. Ni mucho menos, teniendo en cuenta que entre los equipos punteros también se lanzan pullas – que si se “roban” jugadoras por pagarles más, que si se traen a las mejores extranjeras, por ejemplo.

Hay que admitir que la desigualdad y el desnivel sí existen. Aunque también es necesario reflexionar: ¿si quieren los españoles progresar y triunfar en Europa, basta con ser simplemente “buen equipo” en la liga española? ¿Basta con competir en casa para ser de los mejores fuera?

Pues, viendo la realidad en otros campeonatos ligueros… la verdad es que la respuesta tiene que ser un rotundo “no”. No, porqué los grandes equipos de futbol femenino europeos destacan y triunfan por haber invertido, por haber proporcionado las condiciones para progresar, y por llevar años compitiendo al máximo nivel y con la máxima exigencia.

La necesidad de la desigualdad… por exigencias del guion

Todos los grandes equipos europeos, las multicampeonas francesas del Olympique Lyonnais, las campeonas alemanas del FC Frankfurt o del Wolfsburgo, por ejemplo, son regularmente campeonas de todas las competiciones  locales, además de resultar prácticamente invencibles en el torneo europeo. En sus partidos golean y arrasan, y siempre compiten. Y… si los equipos españoles quieren llegar a ser alguien en liga de campeonas, deben seguir los pasos de estos. Invertir, mejorar las condiciones, exigir, y… dar. Eso es lo que deben hacer para ponerse al nivel de los equipos punteros en otras ligas europeas. Hacer frente a exigencias elevadas obliga a evolucionar y a adaptarse.

Celebración de la UEFA Women’s Champions League de 2019, por el campeón (disponible en: commons.wikimedia.org/wiki/File:2019-05-18_Fußball,_Frauen,_UEFA_Women%27s_Champions_League,_Olympique_Lyonnais_-_FC_Barcelona_StP_0068_LR10_by_Stepro.jpg)

Esto traerá, que, si no todos los equipos pueden permitirse la evolución, los que sí que la lleven a cabo tengan resultados cada vez más dispares. Que las goleadas y la diferencia de competitividad sean cada vez más acusadas. Que el fútbol pueda deslucirse. Aquí procede otra reflexión: ¿se puede hacer algo para evitar que se llegue a estos extremos? ¿Qué y quién?

Las instituciones del fútbol español, las futbolistas y… el bendito Convenio colectivo

La respuesta a las preguntas precedentes es, en este caso, un rotundo sí. Se pueden tomar medidas para prevenir que la desigualdad vuelva a la Primera Iberdrola una competición aburrida, desigual y poco competitiva.

Algunas ya se han dado, como, por ejemplo, la firma y posterior presentación del primer Convenio colectivo del fútbol femenino. Tras meses de idas y venidas, el martes 18 de febrero de 2020, todos los actores implicados, suscribieron el ansiado Convenio. Las exigencias de las futbolistas, y las garantías que Clubes y otros implicados necesitaban, por fin se dieron. Este documento debería generar que las desigualdades económicas y deportivas se palien.

Escenificación de la firma del primer Convenio Colectivo del fútbol femenino español (disponible en: https://twitter.com/afefutbol/status/1230219083553136640?s=20)

Además, como ha pasado en otros Estados, es necesario hacer dos adaptaciones más:

  • Las Federaciones, la Liga y los Sindicatos deben promover una mejoría en las condiciones de las deportistas, invirtiendo en recursos humanos, infraestructuras y aumentando, proporcionalmente, las exigencias; y,
  • El Poder Legislativo debe ponerse a trabajar en una actualización de la normativa que rige el deporte, para eliminar las desproporciones y discriminaciones que existen en el marco legal para con las deportistas.

UEFA, FIFA, fútbol femenino: evolución

Además, en el futuro, se ha planteado un segunda competición europea para el fútbol femenino. También, las instituciones internacionales, han empezado a invertir y a fomentar el deporte rey en su vertiente femenina. Esto traerá que, si las instituciones nacionales y los clubes no se adaptan, las desigualdades existentes se agraven. Y que las competiciones domésticas se transformen en campeonatos con dos o tres candidatos serios a ganar. Los demás… ¿podrían competir por acudir a la segunda competición, o asumirían las desigualdades y dejarían de intentar competir? Habrá que ver cómo se desarrollan lo hechos.

Nada está claro aún qué va a pasar. Pero las exigencias del guion son claras: si hay que competir en Europa, es necesario dominar en casa. Dominar en casa, implica invertir. Y la inversión… puede conllevar desigualdades y desniveles en la competitividad. Pero también debería promover que las instituciones y los clubes intenten evolucionar y avanzar, para volver a nivelarlo todo.

Por Helena García (@hgamo18)

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