El gol se resiste en Los Cármenes

El Granada llevaba la iniciativa en estos primeros compases del partido. Tocaba el conjunto nazarí en busca de encontrar alguna fisura en el esquema celeste. Smolov buscó a Aspas en un pase al área. La zaga nazarí se anticipó y cortó el pase. Ese fue el primer aviso de un Celta que poco a poco se empezó a hacer con el control del esférico. Combinaban tratando de avanzar metros, pero no lograban finalizar la posesión con tiros a portería. Presionaba arriba el conjunto nazarí.

Buscaba de nuevo el Celta a Aspas en el área del Granada, pero volvió a anticiparse la defensa local. Precisamente el de Moaña tendría la primera ocasión clara para los gallegos con un disparo desde la frontal del área que se le marchó por alto. En la réplica, no logró rematar ni Soldado ni Vallejo en una falta colgada al área.

Se resistían los goles en Los Cármenes. Ambos equipos tenían acercamientos al área controria pero sin generar peligro. En el tramo final del primer tiempo tuvo llegada de peligro el conjunto local. Se metió Vadillo en el área, recortó y realizó un pase atrás a… la nada. Hubiera sido peligroso si tuviera algún compañero, pero nadie le acompañó.

En el campo contrario le faltaba profundidad al conjunto celeste que no inquietaba la meta de Rui Silva. La última del primer tiempo sería una ocasión pra Soldado. Foulquier colgó el balón al área pequeña y el delantero español casi la mete en la portería. Se fue desviado por poco. Con el 0-0 se llegaba al descanso.

La segunda mitad arrancó con otro aviso del Granada.  Se marchó Fede Vico en carrera por la banda derecha y, en cuanto se plantó en la frontal, armó el disparo para probar suerte. El balón se estrelló en el lateral de la portería. En la réplica, disparo de Pione Sisto al primer palo que logró sacar el guardameta local. Un Rui Silva que también pararía la intentona de Smolov.

Tenía más balón el equipo gallego pero seguía sin haber ocasiones en Los Cármenes. De nuevo la volvió a tener el conjunto local en el 74′. Fede Vico lanzó una falta y se marchó lamiendo el palo. Se encaraba el tramo final del partido y los dos equipos no querían sustos de última hora. Subía la intensidad el Granada que quería ganar en su feudo. El Celta estaba encerrado en su mitad de campo pero el Granada seguía sin crear mucho peligro.

No querían aparecer los goles y es que, en un milagro para el Celta y mala suerte para los locales, en un testarazo de Puertas, el balón se estrelló en un palo, se paseó por la línea de gol y acabó impactando en el otro palo sin entrar en la portería. Ahí estaba el gol de la victoria. No consiguió ninguno de los dos conjunto ver puerta y con el empate a cero se llegaba al final del partido.