La Carrera Astur | Pk.30: Balón de oxígeno para el Oviedo; el Sporting resucita viejos fantasmas
Los carbayones se imponen al Tenerife en el Tartiere en un encuentro clave por la salvación. El cuadro rojiblanco, por su parte, cae en Ponferrada en un encuentro soso y gris donde los asturianos dispusieron de varias acciones para igualar el choque
Asturias vuelve a quedarse a medias. Eso sí, esta vez la alegría se fue a la capital del Principado. El Real Oviedo logró un importante triunfo ante el Tenerife que deja a los azules a dos puntos de la salvación, al menos por ahora. El equipo de Ziganda dio un paso al frente y logró dejar su puerta a cero trece partidos después. Ya saben que en esta categoría no encajar suele ser sinónimo de éxito. No corrió la misma suerte un Sporting que cayó por la mínima en Ponferrada. Los de Djukic despertaron viejos fantasmas fuera de casa en un encuentro en el que se mostraron muy débiles en las áreas.
Los problemas olvidados vuelven a aflorar
- Las bajas se asumen, pero condicionan: Llegaba el Sporting a Ponferrada muy mermado en la parcela defensiva, Sin sus dos centrales titulares, con un tercer central que no cuenta para el entrenador y Bogdan de baja hasta abril, llegaban los rojiblancos a El Toralín. Unas circunstancias que obligaron a alinear una línea defensiva con cuatro laterales. Nada bueno se presagiaba y no tardó en confirmarse. A excepción de Molinero el resto de la defensa rindió a un pobre nivel. El único gol del partido llega tras un error de Damián Pérez en la salida y un Cordero fuera de sitio. El extremeño se va como el señalado por su lentitud de reacción en la jugada, pero no fue el único culpable.
- Los goles en los minutos iniciales: Otro de los problemas que volvieron a aparecer a la endeblez defensiva fue el encajar pronto. Pero lo cierto es que no había salido mal el Sporting al partido. Lo hizo mandando y con un tiro al palo de Pedro Díaz y otra ocasión le habían hecho mejor en los minutos iniciales. Pero en un error encajó el gol al cuarto de hora. Nuevamente un gol tempranero que lastró totalmente al equipo que está a punto de cumplir un año entero natural sin remontar un partido.
- Sin capacidad de reacción: Tras el gol el Sporting tuvo el control hasta el descanso. Fue una primera parte donde se mereció más por juego y ocasiones, pero no se logró ni siquiera empatar. Después el cuadro rojiblanco se atropelló y cayó en el juego berciano de no jugar. Pérdidas de tiempo, parones, sin fluidez en el juego… Algo que rescata viejos fantasmas sobre lo que le cuesta al equipo ir a contracorriente. Aun con todo el equipo se mantuvo vivo y tuvo en vilo a los locales hasta el último minuto cuando Pedro Díaz tuvo el empate. Pero lo cierto es que a esas alturas ya no era merecido.
- Un arbitraje parcial no ayuda: Otro de los actores de la derrota fue el colegiado. Es algo ya conocido en la categoría que cuando te toca jugar lejos de casa con Ocón Arráiz dirigiendo el encuentro, vas condicionado. Lo vas en el sentido de que sabes vas a ser discriminado por su tendencia a pitar a favor del local. El riojano lo ha hecho siempre y no lo va a dejar de hacer mientras le dejen seguir pitando y hay que asumirlo. Dejar sin señalar un penalti que ve perfectamente al estar bien colocado como el que sufre Cristian Salvador es más grave por muy casero que seas. El VAR por orden de Velasco Carballo y Clos Gómez no entra en esas decisiones, duplicando la grosería del error arbitral.
El Oviedo salva un ‘match ball’
- Por fin a cero. Trece partidos después, catorce si contamos el de Copa frente al Badalona, el Real Oviedo dejó su portería a cero. Era uno de los objetivos de los azules. No necesitar, de una vez por todas, hacer dos goles para ganar un partido. El equipo de Ziganda se mostró sólido en defensa y apenas concedió ante un equipo, el isleño, manejado a la perfección por Milla. Pero volviendo a los intereses carbayones, el equipo parece haber corregido parte de ese déficit de tantos en contra. Un dato curioso es que el Tenerife no ha logrado hacerle un gol a los asturianos ni en la ida ni en la vuelta.
- Un partido en el que pasó poco. Y eso tiene su parte buena, está claro. Si no pasa nada en las áreas quiere decir que en la del Oviedo apenas hubo movimiento. Y como venimos diciendo, este es un aspecto muy importante. A estas alturas de temporada poco importa cómo se desarrollen los partidos, y más en el caso del equipo asturiano. Las sensaciones quedan en un segundo plano. Toca ganar. Sea como sea. Aunque no pase casi nada. Lo importante es sumar tres puntos.
- El gol de Rodri. Quizás sea uno de los más importantes del Real Oviedo en los últimos años. No por su belleza, sino por la importancia que tiene de cara a la clasificación. El delantero azul asumió la responsabilidad de ejecutar una pena máxima revisada por el VAR. Lo hizo con tranquilidad, fuerte y por el centro. Un tanto desató la locura en el Tartiere, a sabiendas de la importancia que tiene haber sumado esos tres puntos.
- El Oviedo respira. Aunque el equipo continúa en puestos de descenso, el conjunto de Ziganda logró quitarse toda la presión de la semana ganando un partido clave. Los azules se quedan a dos puntos de la salvación, a expensas de lo que ocurra en el encuentro aplazado entre Rayo y Albacete que por el momento marcha con empate a cero. En la próxima jornada, el equipo azul visitará al Extremadura, otro de los rivales directos por la salvación. Los de Almendralejo tienen un punto menos que los asturianos. Otro duelo a vida o muerte.