El Racing de Ferrol se cuela en la fiesta de Camello
Empate a dos en un partido que se le escapó al Atleti B tras una loca segunda mitad
El Atlético de Madrid B recibía la visita de un Racing de Ferrol con la necesidad de puntuar para huir de un descenso que estaba a tan solo 3 puntos, para poder vivir así un final de temporada con el menor número de sobresaltos posibles.
Por su parte, los locales iban a buscar la victoria para no despegarse del liderato, que estaba cada vez más cerca tras la derrota del Atlético Baleares en la anterior jornada y la posterior derrota de estos ante el Ibiza en la vigente jornada.
Al instante de que comenzara el partido, ambos equipos se ciñeron al guión que se les presuponía por su situación clasificatoria, siendo el filial rojiblanco el que llevó la batuta del partido, teniendo la posesión y generando la mayor parte de ocasiones.
No obstante, el primer tiro del partido (y único de la primera parte) sería para el Racing de Ferrol, aunque fue un disparo lejano que pudo detener Conde sin problemas. Desde ese momento, comenzaría un monólogo local que duraría toda la primera mitad.
Los hombres de ataque del Atleti estaban muy entonados, y sus ataques eran tan verticales como peligrosos. No tardaría en llegar el gol para animar a una grada que había tenido que ver a Tropi retirarse lesionado en el 25.
Volviendo al tanto, este sería obra de Riquelme, aunque el que metería la pelota fuese Camello, y es que el primero hizo gala de su enorme calidad para dejar atrás a todos los defensores en una gran jugada individual por la banda.
El gol noqueó al Racing de Ferrol y le dio rienda suelta a un Camello que firmó un partidazo. Apenas 7 minutos después del gol estrelló el balón en el poste izquierdo. Volvió a probar fortuna en el 37 y en el 41, pero ambos tiros fueron detenidos por el guardameta rival.
Tras esto, llegaron al descanso con un solo equipo sobre el terreno de juego. Fueron los mejores 15 minutos para los jugadores del Racing que debieron de recibir una gran charla de su entrenador en el vestuario a juzgar por lo enchufados que salieron en la segunda mitad.
Tanto fue así, que apenas 4 minutos después de la reanudación del choque Joselu empataría el partido y sembraría el nerviosismo en el equipo rival. El Racing cerró filas atrás y ni el empuje rojiblanco ni los cambios introducidos por Nacho Fernández parecían suficientes para batir una portería que se había vuelto inexpugnable.
Entonces, llegó la recompensa al esfuerzo, y en el minuto 80 Fornos realizó una brutal entrada en el área a Borja Garcés que supuso su expulsión de partido y la posibilidad al Atleti de ponerse por delante. Toni Moya lo ejecutaría y no fallaría ante Rivas.
Parecía que el partido estaba visto para sentencia, y que el Atlético B se iba a llevar un nuevo triunfo, pero en el 90 y sobre la bocina, a Pablo Rey se le iluminó la bombilla y clavó una brutal falta para empatar el choque y generar un silencio sepulcral en la grada.
No habría tiempo para más y el partido finalizaría con un reparto de puntos que le viene mucho mejor al Racing que al filial del Atlético de Madrid.