Óscar asalta La Cerámica
Un doblete del madrileño remonta un partido que el Villarreal dejó vivo en la primera mitad. El Leganés consigue su primera victoria fuera de casa, y se coloca a tres puntos de la salvación. El Villarreal sigue muy lejos de Europa
En contextos bien diferentes, pero cómo necesitaban ambos equipos los tres puntos. El Leganés, que aún no había conseguido ganar fuera de casa, ve ahora la salvación a solo 3 puntos. A bien poco de ver la luz al final del túnel. Y todo en un partido atípico por la forma en que se dio la victoria. El Villarreal, que tenía la oportunidad de estar en la lucha europea, perdonó lo imperdonable en la primera parte y dio vida a los de Aguirre.
Un gol, y los que perdonaron
A sabiendas de la tremenda oportunidad que tenían en sus botas, los hombres de Calleja no perdieron un segundo en buscar el primer gol. Difícil es comenzar mejor un partido que como lo hizo el Villarreal. No habían transcurrido aún cinco minutos cuando Gerard abrió la lata. Cazorla, omnipresente en todas las ofensivas del Villarreal, centró al corazón del área a la carrera desde atrás del catalán. A la caza y captura del Zarra.
El partido se decantó muy pronto hacia el costado amarillo. El gol se había logrado, pero mantener el nivel durante todo el partido iba a ser complicado. Le pilló de sorpresa a Aguirre el inicio tan fuerte del Villarreal, pero el Leganés le había tomado la medida al partido. Poco a poco fueron creciendo los madrileños a medida que Óscar conectaba entre líneas, pero la falta de mordiente arriba condiciona demasiado a este equipo. No hay referencia alguna y, en consecuencia, no había nadie capaz de llegar a los buenos centros laterales que Rosales puso.
El marcador no reflejaba la multitud de ocasiones de que ambos equipos dispusieron. La falta de gol en el Leganés era evidente pero por falta de hombres. En el caso del Villarreal, el tanto de Gerard era la excepción que confirmaba la falta de puntería. Las oportunidades desechadas eran un mal menor para Calleja, pues almenos disponían de ellas; pero en la parcela ‘pepinera’ no hacían más que retratar a un sistema defensivo que hacía aguas a la mínima ocasión que alguien desbordaba.
Óscar dinamita el partido
El partido iba de dar sorpresas. Sobre todo, a aquellos rezagados en sentarse. Óscar salió del vestuario con ganas de agitar el partido, y a la primera que tuvo el genial mediapunta limpió la escuadra de Asenjo de un portentoso disparo. El espectacular tanto subió al marcador sin que dos minutos del segundo tiempo hubieron transcurrido. El equipo ‘pepinero’ se tomaba su pequeña revancha, y el partido cambiaba totalmente de dinámica.
Los madrileños se agarraban al partido, y el gol era como una gota de agua en el desierto. Con el empate, el plan de Aguirre cogía forma, y cada balón recuperado era una contra a la espalda de la zaga amarilla. Assale salía del banquillo, y el suplicio que le hizo pasar a Albiol nadie pudo preverlo. El desborde con el que Assale salió del banquillo dinamitó el partido, pues fue capaz de provocar un penalti tras recortarle a Pau Torres. Óscar no fallaría la pena máxima para completar su impecable partido.
El Villarreal no rehuía la iniciativa necesaria para empatar el marcador. Sin embargo, el plan de ataque que sí funcionaba antes ahora no lo hacía. La poca fluidez de balón y la falta de movimientos al espacio mermaron a los de Calleja hasta el punto de carecer de oportunidades. Como parecido a un partido de frontón, los centros laterales eran inofensivos y la defensa pepinera despejaba una y otra vez cada balón.
El Leganés jamás se había visto en esta situación. Yendo ganando, y cuando los nervios están a flor de piel, la profesionalidad que hizo gala la plantilla de Aguirre fue magistral. Lejos de despejar y aguantar el aluvión, se alejaban de Cuéllar manteniendo la posesión. Guardaron su tesoro más preciado bajo llave, y consiguieron su primera victoria fuera de casa para acercarse a la salvación. El Villarreal dejó vivo el partido tras perdonar en la primera parte, y lo pagó crudamente en una oportunidad única para tener el objetivo europeo más cerca.