Una plantilla con experiencia en ascensos
Hasta siete futbolistas, más el cuerpo técnico, del Huesca saben lo que es lograr ascensos a Primera División
El objetivo del Huesca no es otro que recuperar la categoría que perdió hace, más o menos por estas fechas, un año. Su campaña de debut en la máxima categoría no fue ni mucho menos la deseada, pero en el verano el equipo oscense quiso hacer borrón y cuenta nueva. Configuró una plantilla casi entera distinta para lograr ese ascenso de categoría y logró juntar a un buen grupo de jugadores que ya sabían lo que era lograr ese objetivo.
Porque donde pocos equipos podrán presumir en la categoría de plata de haber logrado un ascenso a la máxima categoría, el Huesca tiene a siete en sus filas a los que hay que sumar a Míchel y su cuerpo técnico. Esos son Insua, Luisinho, Juan Carlos, Pedro López, Mikel Rico, Ferreiro y Pulido.
Los tres primeros lo lograron en 2014 con el Deportivo que entrenaba Fernando Vázquez. Además el defensa central lo volvió a hacer en 2016, pero en las filas del CD Leganés. Pedro López también lo logró por partida doble. Con el Levante en 2017, pero diez años antes, en 2007 lo hizo con el Valladolid. En su caso lo hizo en dos equipos que, literalmente, arrasaron en la categoría. Mikel Rico lo hizo con el Granada en 2011. Esa campaña había dejado el Huesca en los últimos días de mercado. Por último están Pulido y Ferreiro, únicos supervivientes en el vestuario del ascenso de 2018 con Rubi.
A todos ellos, por último, hay que añadirle su cuerpo técnico. Encabezados por Michel, éste logró el ascenso también en 2018 con el Rayo. Lógicamente esto no garantiza nada. Pero ante la más que probable reanudación de la competición allá por el mes de junio esa experiencia de saber lidiar con momentos importantes y en los que no se puede fallar, el Huesca la tendrá.