El Burgos da un ultimátum a Toché
El club, como ocurre con otros cinco futbolistas y previamente con José María Salmerón, no cuenta con el delantero y le conmina a un acuerdo o será despedido
Algo debe tener el Burgos Club de Fútbol, además de pagar cantidades más propias de una categoría superior, para que nadie quiera irse. Ocurrió con José María Salmerón, quien no quiso llegar a un acuerdo con el club burgalés para su salida y acabó siendo despedido. Ahora serán los tribunales los que fijen su indemnización ante la falta de acuerdo.
Un camino que apuntan a seguir varios jugadores a los que se ha comunicado no cuentan. Conocen el proceder del club, o llegan a un acuerdo en unas fechas, o serán despedidos y tendrán que reclamar vía judicial lo que les corresponda por su despido. Entre ellos está la situación más delicada: la de José Verdú Nicolás «Toché» (Santomera, Murcia, 1 de enero de 1983).
El delantero murciano tiene una ficha muy alta; impropia de la Segunda ‘B’ donde debería marcar diferencias (el año pasado no lo hizo logrando solo 5 goles en 24 partidos). Pero el Burgos le quiere fuera pues no cuenta con él para el próximo curso. El murciano ha respondido con una contraoferta, rebajándose su sueldo, pero en el Burgos no han aceptado.
El jugador tiene sobre la mesa las mismas opciones que el Burgos intentó con Salmerón e intenta con otros jugadores. Llegar a un acuerdo para su rescisión o recibir la carta de despido. Pero la primera opción tiene como fecha de caducidad esta próxima semana, de forma que si Toché sigue insistiendo en que quiere quedarse y no negocia su salida de forma amistosa, será despedido.
Y es que la familia Caselli, con Michu al frente de la dirección deportiva, tiene claro lo que quiere para buscar el tan ansiado regreso del club al fútbol profesional diecinueve años después de la última estancia.
