El Mallorca sigue con vida
Un partido muy serio de los de Vicente Moreno le da los tres puntos en su carrera agónica por la permanencia.
Como si de una acción en bucle se tratase, el Mallorca se volvía a enfrentar a su destino en una nueva final. El Levante, sin nada que jugarse, menos el orgullo, era su nuevo rival. Se sentía la tensión en el ambiente, por lo que había en juego por parte de unos bermellones que siguen queriendo apelar a la épica.
Los de Vicente Moreno salieron con la fuerza que el partido pedía. Dani Rodríguez encabezó la salida bermellona. El gallego la tuvo tras un rechace en el área granota, pero no tenía la puntería afinada y la mando fuera de los tres palos. El de Betanzos volvió a coger el protagonismo de los cuernos y mandó otro disparo cerca de la portería que defendía Aitor Fernández. El Mallorca quiso marcar territorio desde el principio, pero se fue apagando poco a poco, mientras el Levante avanzaba con la pelota en su control. Los de Paco López lo intentaron, pero se encontraron con una defensa bien plantada de los isleños.
Como respuesta, el Mallorca pegó un golpe sobre la mesa. Pozo se sacó un centro medido de la manga y el Cucho Hernández viró su cuello para acercar a los suyos a una victoria balsámica.
Tras el paso de por los vestuarios, el Mallorca sufrió ante un Levante con más ganas sobre el terreno de juego. Los granota encerraron a los bermellones en su campo, pero sin generar el peligro que sus cabezas pintaban. El fútbol no apareció en las botas de jugadores como Bardhi o Campaña y los de Paco López basaron su actividad en centros de Hérnani que solo generaron peligro cuando Roger logró librarse de un Valjent imperial. La seguridad defensiva del Mallorca se tradujo en la sentencia del Mallorca. Como ya dice el dicho, un buen ataque empieza con una buena defensa y así lo hizo el conjunto balear. Kubo remachó una contra guiada por él que se complicó por la lentitud en la definición de Dani y Salva que volvió a revivir por un regalo de uno de los mejores porteros de La Liga.
Kubo, como lleva haciendo desde hace tiempo vuelve a guiar a los suyos hacia la victoria. Esta vez estuvo acompañado y se convirtió en un triunfo de mucho valor que acerca a los baleares a su objetivo inicial. Por su parte, el Levante sigue en tierra de nadie, dejando sus remotas opciones de llegar a Europa y sella una temporada tranquila.