El Celta se salva sin merecimiento

El cuadro vigués comenzó hiperactivo conscientes de que deberían sumar los tres puntos para garantizar su permanencia, mientras que el Espanyol, en la línea de sus últimos encuentros, transmitió una sensación de pasividad alarmante. Sin embargo, el tempranero gol de Sergio Ramos al Leganés atemperó a los vigueses, que propusieron un encuentro en el que pasaran pocas cosas, mientras el empate les mantenía en Primera División.

De hecho, fueron los jugadores periquitos los que dispusieron de las mejores ocasiones de la primera mitad, siempre en las botas de Wu Lei. En el minuto 20, el chino tuvo hasta dos ocasiones para batir a Ivan Villar tras una jugada a balón parado, pero demostró que el acierto en el remate no es su faceta más destacada.

Durante algunos tramos el encuentro no parecía un partido en el que uno de los contendientes tuviese en juego su presencia en La Liga, sino más bien un choque de pretemporada. Algunos jugadores del Espanyol tienen su cabeza en las vacaciones y su presencia en el partido es testimonial, mientras que, para sorpresa de todos, el Celta no mostró gran ambición, empleándose a fondo para no cometer errores pero asumiendo muy pocos riesgos.

El conformismo del cuadro de Oscar García pudo costar caro en el descuento, cuando Embarba cazó un balón suelto en la frontal del área y la puso en la escuadra de Iván Villar. Para fortuna del cuadro celeste, el tanto fue anulado al haber desviado el colegiado la trayectoria del esférico durante la elaboración de la jugada.

El paso por los vestuarios no cambió la cara del Celta, que pasó del pasotismo al nerviosismo y no se acercó sobre el área defendida de Oier. Tampoco el Espanyol revirtió la dinámica, ni siquiera con la entrada del ‘Monito’ Vargas. No obstante, el argentino fue el único que intentó marcar con un remate desviado en el minuto 65.

Hubo que esperar al último cuarto de hora para presenciar cierta ambición en los gallegos. Pione Sisto disparó desde fuera del área muy centrada, y Iago Aspas tuvo un par de internadas en las que no encontró un compañero al que asistir. El capital celtiña, muy desasistido durante todo el encuentro, tuvo que tirar de galones y realizar la guerra por su cuenta, y a punto estuvo de hacer el 0-1 con un buen remate desde fuera del área que Oier envió a córner. En el saque de esquina, Okay también tuvo en su cabeza el tanto de la tranquilidad.

Victor Sánchez pudo marcar en la penúltima jugada de partido con un remate que se estrelló en el larguero, y Iago Aspas volver a ser el héroe en la última, pero su disparo se fue desviado. El ’10’ se mostró desolado tras errar la ocasión, pero pudo celebrar más tarde la salvación, ya que el Leganés no pasó del empate ante el Real Madrid y los gallegos estarán un año más en Primera División.