Reseteo para la temporada 20/21: el Real Betis Féminas regresa renovado

Tras una campaña complicada, donde flirtearon con el descenso, el Real Betis Féminas ha llevado a cabo un reseteo. Caras nuevas, entrenador con buena racha y conocedor de la casa, y… bajas sensibles, que ¿serán suplidas? Se presenta una incierta pero ilusionante campaña por delante para el cuadro verdiblanco.

Las tres «r»: reseteo, reinicio, renovación

El cuadro de Heliópolis necesitaba un reseteo: tras la marcha de María Pry y de algunas futbolistas, la pasada campaña las verdiblancas tuvieron muchos problemas para encontrar su identidad y su juego. Y esta temporada también han perdido a varios pilares del equipo: la defensa, el centro del campo y el ataque han visto partir a importantes futbolistas. Marchas como las de Irene Guerrero, Priscila Borja o Merel van Dongen, se suplieron con llegadas, algunas con más renombre que otras. También, como pasó en otros equipos, el Real Betis Féminas ha vivido una «jubilación»: Ana Romero colgó las botas para pasar a la dirección deportiva. En el banquillo, se consiguió que Pier Cherubino no abandonase la entidad, y prosiguiera con su proyecto de cara a la nueva campaña. Además, se produjeron varias renovaciones, para mantener la columna vertebral del equipo casi intacta.

A la espera del reinicio de la competición nacional, los nuevos fichajes están viviendo un largo periodo de adaptación. Centrales como McCormick o Dorine, centrocampistas como Eva Llamas y delanteras del calibre de Mari Paz Vilas o Aixa Salvador u Oriana Altuve, tienen el objetivo de devolver a las verdiblancas a la senda de la victoria. Parece que el reseteo realizado para la renovación de la plantilla podría llevar a mejorar el rendimiento del equipo. La mayoría de futbolistas que han llegado tienen amplia experiencia competitiva, tanto a nivel de clubes como a nivel de selección nacional, ya sea en categorías inferiores o en la selección absoluta.

La pretemporada más incierta

El pasado mes de julio iniciaban las de Cherubino su pretemporada. Con las incorporaciones de verano ya anunciadas y llegadas a Sevilla, se iniciaba la preparación para una nueva campaña. Incluso llegaron a jugar algún amistoso, pero algo parecía que no iba como debiera. Desde Federación y Consejo Superior de Deportes y Sanidad se daban mensajes encontrados, y se desconocía – y aún se desconoce – cuando se dará inicio al curso futbolístico. Con la obligación de planificar, pero sin saber el cuándo ni el cómo, muchos equipos se han rearmado en un reseteo obligatorio.

Así pues, se trata, probablemente, de la pretemporada más incierta… y la más larga. Ya que de iniciarse la campaña en octubre, muchos clubes llevarían casi tres meses trabajando. Trabajando sin poder casi probarse en partido, ya que en cada Comunidad Autónoma se han podido encontrar con protocolos y normas y decisiones federativas distintas. Eso sí, en la plantilla bética, a día de hoy, no se ha producido, afortunadamente, ningún contagio y han podido seguir entrenando con toda la normalidad posible. Y, también, ha sido una preparación casi clandestina, pues no se ha podido apenas disfrutar de ningún encuentro amistoso televisado, independientemente de los equipos implicados. Así, pues, desconocemos cómo se comporta y cómo rinde un equipo con tantas incorporaciones en zonas tan trascendentes del campo: defensa, centro del campo, y delantera. Porque no hemos podido ver partido alguno a día de hoy.

Objetivos y exigencias

Tras varias temporadas mejorando campaña tras campaña en la tabla y en rendimiento, la 19/20, el cuadro verdiblanco flirteó demasiado tiempo con el descenso. Por esta razón, uno de los objetivos de la temporada próxima será recuperar la competitividad y el nivel de cursos anteriores. Esto es, no sufrir rondando la parte baja de la clasificación.

Se trataba, por otro lado, de un equipo con una identidad conocida y reconocible, con un estilo de juego definido y bien planteado. Se disponía de las futbolistas necesarias para hacer que funcionase el modelo y el sistema que el cuerpo técnico quería. Eso es algo que la última temporada se había perdido. Así, pues, otro de los objetivos será recuperar una identidad y un modelo de juego que sirva al equipo para volver a ser identificable, competitivo. Aunque, tal vez, más que un objetivo, esto pudiera devenir una exigencia: sin un nivel adecuado se complica mantener la categoría.

Y todo esto lo deberán hacer mientras logran integrar y adaptar a las nuevas futbolistas que han llegado para reforzar al Real Betis Féminas. Un reto por delante para Cherubino, sin experiencia llevando las riendas de un equipo desde el principio de la temporada, y su cuerpo técnico. Una prueba de fuego para la nueva dirección deportiva. ¿Habrán sido capaces de relizar el necesario y adecuado reseteo de plantilla y de mentalidad para el nuevo curso futbolístico? Siendo la primera campaña que comienza desde el banquillo, ¿cómo será esa experiencia para el míster?

Otros datos: dorsales oficiales

A principios del mes de septiembre, en previsión de que el nuevo curso pudiera comenzar con prontitud, se anunciaron los dorsales para la nueva temporada. De entre las veteranas no se observan apenas cambios de dorsal. Entre las que llegan o suben del filial, podemos apreciar que varias de las futbolistas han tomado números con gran solera, ya que sus previas portadoras dejaron huella en el Club. También parece curioso que el dorsal 18 haya quedado desierto, siendo el único de entre los que habían quedado vacantes.

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Por Helena García (@hgamo18)