Poco juego con mucho en juego
Locales y visitantes mostraron una de sus peores caras de la temporada en un partido que suponía meterse en puestos de promoción de ascenso
Numancia y Rayo se enfrentaron en la jornada 23 de LaLiga 1|2|3 en busca de un hueco en los puestos de play offs. Con media jornada disputada y la victoria de la mayoría de los rivales de arriba –a excepción del Cádiz-, los dos equipos llegaban con 36 puntos situados en 7ª y 8ª posición. Una derrota supondría descolgarse un poco de la lucha por el ascenso, lo que les obligaba a dar el 100% de ellos mismos.
La contienda comenzó con el conjunto franjirrojo avisando de sus intenciones. La primera gran ocasión vino de la mano de Trejo en el 8’, cuando enganchó una volea que atraparía Aitor sin muchas complicaciones.
Poco después se produjo la réplica de los sorianos por partida doble. Pere Milla, con un medio pase de la muerte, obligaba a Alberto García a estirarse en el minuto 11, y tan solo 3 minutos después el propio Milla recibiría un gran balón que no conseguiría encontrar puerta.
Hasta el minuto 23 vimos un partido animado, con llegadas en las dos porterías. Álex Moreno conseguiría filtrarse por la banda, pero un Markel muy atento pararía al joven lateral izquierdo. Las llegadas locales tenían como protagonista a Mateu, que era el hombre más peligroso hasta ese momento.
En los últimos 20 minutos de la primera mitad, el encuentro se pondría en modo ‘standby’. Ninguno tomó la iniciativa para adelantarse en el marcador, y ambos equipos se fueron a los vestuarios como empezó el partido, 0-0.
Nada más empezar la segunda parte la polémica ya estaba servida. En el minuto 50, un agarrón claro a un jugador del Numancia no sería señalado como penalti por el colegiado.
Un segundo tiempo calcado al primero
Si los primeros 45 minutos fueron aburridos, la segunda mitad no se iba a quedar atrás. Más cautela que valentía por la importancia de la situación.
Cuando se llegaba a la hora de partido se produjo la mejor acción de la mano del portero local. Un regate de fantasía de Embarba le dejaba solo ante Aitor que haría una grandísima parada; el rechace le caería a Raúl de Tomás, que se encontró de nuevo con el muro numantino haciendo una parada sensacional.
A falta de 17 minutos para llegar al 90’ el Numancia tuvo su ocasión más clara para marcar. Sería Guillermo el que se encontraría mano a mano con Alberto García. El jugador vasco regateó al portero pero Dorado se adelantaría como un misil para evitar el tanto.
En el minuto 86 Comesaña se retiraba conmocionado tras un durísimo golpe en la cabeza después de desequilibrarse en un salto con un rival.
La última ocasión sería para el Numancia: un centro lateral sin peligro alguno. Con esta jugada acabaría un partido decepcionante donde no se movería ni el marcador ni las posiciones que ocupaban los dos rivales antes de empezar. El Rayo seguiría en séptima posición, el Numancia en octava, y ambos con 37 puntos, los mismos que el Granada -sexto-.