El Granada sigue a velocidad de crucero
Un gol de Machís en los últimos minutos daría la victoria al Granada en un partido donde Joselu hizo soñar a los suyos al igualar el partido tras el tanto de Soldado en los primeros minutos.
Dos sabores de boca distintos, dos objetivos distintos en LaLiga pero una misión en común: conseguir los tres puntos. Este era el guion que se plasmaba antes del encuentro entre Granada y Alavés. Los locales llegaban tras ganar cómodamente al Athletic, mientras que otros con una derrota frente al Betis. Machín retocaría a su nuevo equipo para no volver a caer, aunque en frente tendría a un Diego Martínez mucho más convencido de su sistema.
Un inicio goleador
El partido empezaba con idas y venidas. El Granada trataba de hacerse con el balón mientras que el Alavés se veía más ofensivo que el pasado fin de semana. Pero el Granada ya ha demostrado que sabe jugar y Darwin Machis sabría encontrar la velocidad de su delantero. Con un balón largo, el delantero ganaría en carrera a Ely para batir a Pacheco en el uno contra uno.
El equipo nazarí había conseguido amedrentar al conjunto vasco y eso se veía en la soltura con que jugaban los locales frente a su rival. El control del esférico había pasado a botas rojiblanca. Pero Joselu pretendía devolver la ilusión a los suyos y sería gracias a una falta de Vallejo sobre Deyverson. El delantero asumiría la responsabilidad y sorprendería a Silva con un gran disparo a su palo que daba el empate momentáneo.
Los jugadores de Diego Martínez no iban a bajar los brazos y, antes del pitido que indicaba el final de la primera mitad, llevaría al Granada a buscar el tanto que les pusiese por delante una vez más. El único problema es que los pupilos de Machín estaban más cómodos por el gol y estaban cerrándose bien atrás. El descanso sería importante para ambos equipos, ya que llegarían los técnicos para refrescar sus planes y la segunda mitad dejaría ver quién quería más la victoria.
En busca de los tres puntos
El inicio de la segunda mitad podría haber dado más de un susto al Alavés en cuestión de cinco minutos. Un tiro de Soldado se marchaba por poco nada más comenzar y unos minutos más tarde el VAR llamaba a Del Cerro Grande por una posible roja a Lejeune, la cual no se vería en ningún momento finalmente. El cambio de esquema de Machín, que abandonaba la defensa de tres, podía haber sufrido pero se mantenía en pie de momento.
Los babazorros entrarían en el partido poco a poco y llegaría un momento en el que ambos conjuntos empezarían a meterse presión el uno al otro. El esférico parecía ser del dominio nazarí, pero se estaba viendo al Alavés más suelto para llevar balones al área rival. Aún así, el mayor peligro llegaba por parte del Granada. Ya fuese a balón parado o en jugadas, los nazaríes estaban dándole mucha guerra a la defensa visitante y parecía que el encuentro podía ser finalmente para los andaluces.
Edgar Méndez sería quien podía haber dado los tres puntos a los suyos. Tras un gran centro de Duarte, Méndez entraría con todo pero el esférico acabaría en el larguero tras desviarla el guardameta portugués. La polémica llegaría justo después tras caer el jugador babazorro por un supuesto choque con el portero, pero tanto el colegiado como el VAR no verían nada que pitar.
El Granada a por los tres puntos
El fútbol es muy caprichoso y se dice que cuando no se aprovecha una ocasión clara se acaba pagando caro. Eso sería lo que ocurriría justo una jugada después, donde Machís remataría de cabeza solo dentro del área para encontrarse con Pacheco. Para disgusto de todo el Alavés, el esférico iría directo de nuevo a los pies del venezolano, quien no perdonaría y pondría a los suyos de nuevo por delante.
Los minutos finales dejarían varias imágenes. Machín buscaba a la desesperada encontrar el empate metiendo toda la madera posible en su delantera, mientras que en frente tendría a un Granada que se gustaba con el estreno de Kenedy. Pero el pitido final llegaría y la victoria nazarí le daría otros tres puntos al equipo de Diego Martínez, quien no podía comenzar LaLiga Santander de mejor manera. Por su parte, Machín veía una nueva derrota de los suyos, aunque con una imagen muy distinta a la dada frente al Betis.