Se erige un pequeño pero bravo jugador en las entrañas de centro del campo bermellón. 172 centímetros de talento, saber táctico, lectura de juego y poca confianza. Así me sale definir el fútbol que practica Aleix Febas. De Lleida hasta Mallorca, pasando por Madrid, Zaragoza y Albacete. Una travesía que a sus 24 años parece haber encontrado un puerto estable: la batuta de Luis García.
Tras un año en Primera y de la mano de Vicente Moreno, el menudo centrocampista catalán vio entre sombras y pocas luces como el equipo que había apostado por él para dar el salto a la élite se caía por el pozo de la Segunda División. Febas, jugó poco y aportó menos. Tuvo minutos, al principio, pero se fue disipando por la falta de participación durante los partidos. Un sitio que no le era natural, un fútbol mucho más rápido y un esquema que no se encajaba a la magia que atesoran sus pies hicieron que su año fuera muy discreto. Las expectativas eran altas y no estuvo a la altura.
Ahora, de vuelta a La Liga Smartbank, Febas ha empezado con otros mimbres. Luis García apuesta por él y Aleix quiere coger el testigo. En un primer partido donde el fútbol grupal del Mallorca no apareció, parece ser un borrón en lo que quiere ser Febas esta temporada. El canterano del Madrid demostró en Cornellá lo que muchos ya sabían de él. Más adelantado y liberado de situaciones defensivas es un jugador con descaro. Quiere el balón y se lo dan. La sensación que cuando Febas está en contacto con el balón es que pueden pasar cosas diferentes.
Aunque es verdad, que es un jugador conservador, que no se arriesga con el pase, que no dará un último pase para dejar solo al delantero o que romperá una línea con una entrega. Febas, aporta velocidad en conducción y con su gran tren inferior es capaz de zafarse de su oponente recibiendo de espaldas y girándose sobre sí mismo. Eso mismo, hizo una y otra vez sobre David López o Mérida ante el Espanyol. Se hartó de superarlos de esta manera, aunque luego las jugadas se desvanecían por la falta de salidas interesantes que ofrece la delantera balear.
Sí Febas quiere, le van a entender y este Aleix es un jugador al que se le puede comprender. De esta manera, Luis García podrá justificar que el 6 mallorquinista se gane un sitio en el once como así parece que quiere hacer el madrileño. A los genios hay que entenderlos y mimarlos, por mucho que fallen y Plaza tiene en Febas a un genio del balón.
Muy bien documentado, sigue así crack!