Ansu Fati marca el camino

La jornada liguera ponía su broche de oro en Balaídos con un apasionante encuentro. Los de Koeman viajaban a un estadio históricamente muy complicado en el que no ganaba desde el 2015 con aquel cabezazo de Mathieu. Una salida que suponía una dura prueba de fuego para el proyecto del holandés que tan bien había arrancado el domingo ante el Villarreal. Por su parte los de Óscar García pretendían consolidar su buen arranque de la mano de Aspas y seguir siendo la bestia negra de los azulgranas.

Los azulgrana repetían el mismo once del pasado domingo y desde el primer minuto se vió al equipo muy enchufado, monopolizando el balón y con una presión alta que les permitía recuperar el balón muy arriba. Fruto de esa presión tras pérdida llegó el gol de Ansu. Coutinho recuperó un balón en la frontal del área que filtró para el chaval que con dos toques, uno para irse de Aidoo y otro con el exterior para definir, hiciera el primero.

El gol obligó a cambiar el guión a los locales que habían salido de inicio con 3 centrales, como el año pasado, buscando las contras. De la mano de otro chaval, el canterano Veiga, el Celta se fue sacudiendo poco a poco el dominio visitante y acercándose con cierto peligro a las inmediaciones de la meta defendida por Neto. Muy valientes los de Óscar que se iban arriba a presionar la salida azulgrana aunque eso supusiera exponerse en defensa. En estos términos se desarrollaba el partido: un Barcelona dominador y un Celta que no mucho menos se achicaba, cuando llegó la expulsión de Lenglet por doble amarilla. Esto obligó a Koeman a sacrificar a Griezmann, que había estado desaparecido, y dar entrada a Araujo. Le quedaban a los azulgranas 45 minutos por delante con un hombre menos.

Con la música del Equipo A volvían los jugadores del descanso con cambio de plan por parte de Óscar. Contra un rival con un hombre menos no tenía sentido seguir con 5 atrás por lo que Baeza sustituía a Aidoo y sumaba así un hombre más en el medio del campo. Buscaba el Celta poner en problemas a los azulgrana presionando más arriba. Sin embargo lo que se encontraron los locales,al igual que en la primera parte,fue un gol en el inicio. Esta vez Messi se fue en un eslalon marca de la casa de 4 rivales y su pase al punto de penalti lo enviaba Olaza al fondo de su portería. A partir de ahí se sucedieron las ocasiones visitantes. Una vez el palo y otras las intervenciones de Villar negaron el gol a Coutinho. Marcaría Messi pero el VAR dictaminó fuera de juego… Todo ello en 5 minutos. Aguantaba a duras penas el Celta que espondía poniendo en el campo toda la artillería que le quedaba dando entrada a Mina y Nolito. Pasaban los minutos y, a pesar de jugar con uno menos, no sufría el Barcelona que con una buena circulación de balón minimizaba la presión celeste.

Ansu y Coutinho, ambos con un partidazo a sus espaldas, dejaban sitio a Trincao y Pedri para intentar aprovechar los espacios. El Celta seguía buscando el gol que le metiera en el partido y a punto estuvo de lograrlo con un tiro al larguero de Baeza. Hasta el final lo intentaron los celtiñas con mucha fé y poco remate. Los azulgranas se defendían con mucho orden y oficio e incluso les daría para marcar un tercer gol por medio de Sergi Roberto tras jugadón de Messi que se fue sin marcar pero fue de los mejores una vez más.

Buen partido  de los Koeman que siguen dejando muy buenas sensaciones. El Celta por su parte jugó  sin miedo pero le faltó materializar alguna de las ocasiones.